Príncipe del inframundo (Percy Jackson)

Capítulo 137: Batallas

[Pov Tercera persona]

El cuerno de guerra se sopló, lo que significa que los juegos han comenzado.

Las manos de Lucian brillaron con una luz púrpura profunda mientras se cernía sobre el campo de batalla, manipulando las fuerzas magnéticas en su armadura. Mientras se elevaba, los otros a su alrededor también se levantaron en el aire, guiados por la misma fuerza. Debajo de ellos, las tropas se movieron a la posición.

Los que estaban en el aire lucharon por mantener su equilibrio, preparándose contra el tirón repentino. "¿Están todos listos?" Lucian gritó, su voz se llevaba por el campo.

"¡Sí!" Respondieron, estableciéndose en el aire.

"Bien. Arqueros, prepárense", ordenó Lucian, tirando de sus manos hacia atrás antes de disparar hacia adelante, liderando la carga con los demás cerca detrás. Los arqueros de Apollo Cabin clavaron sus flechas, listos para atacar.

Mientras volaban por encima, observaron al ejército de Thalia dividiéndose en tres grupos, cada uno avanzando en una dirección diferente.

"Concéntrate en el centro", instruyó Lucian. "La cabaña de Atena se encargará del lado oeste junto al lecho del río, y las trampas que he puesto en el bosque se encargarán del este".

"¡Empieza a disparar!" Lucian ordenó, su tono agudo y autoritario. El cielo se oscureció mientras las flechas llovían desde arriba, tomando por sorpresa las fuerzas de Thalia.

Algunos soldados cayeron bajo la embestida, mientras que otros levantaron rápidamente sus escudos para protegerse. A medida que la tormenta de flechas se ralentizaba, los arqueros enemigos comenzaron a responder, pero con un simple gesto de Lucian, sus flechas se detuvieron en el aire, suspendidas en su lugar.

"¡Cabaña de Hefesto, prepárense!" Lucian llamó.

"¡Hola!" Respondieron al unísono, levantando sus escudos.

Con un gesto de la mano, Lucian los envió cayendo hacia el suelo, con sus escudos en alto, lanzas y espadas listas. Chocaron con las filas enemigas, derribando a algunos e hiriendo a otros. Una vez en medio de la refriega, los niños de Hefesto formaron un círculo protector, se escudaron, separando lentamente a sus oponentes.

Lucian hizo un movimiento de sensaqueo, y las flechas colgadas en el aire volaron hacia él, girando a su alrededor en un vórtice protector. Luego los dirigió de vuelta a los cárteres de sus arqueros.

Los bajó al suelo, su voz tranquila pero firme. "Usen el entorno como cobertura y cuiden mutuamente la espalda".

Asintieron con comprensión mientras descendían, listos para continuar la lucha.

...

Mientras tanto, los miembros de Ares navegaron por los densos bosques, usando los árboles como cobertura. Clarisse los condujo en silencio, señalando con gestos con las manos. Se movieron con cautela, sus sentidos en alerta máxima.

De repente, Clarisse levantó la mano en un movimiento de alto y señaló a todos que vigilaran mientras veía algo por delante. Dos gemelos se pararon allí, con espadas sobre sus hombros, luciendo descontentos mientras se remontaban el uno al otro.

"¿Qué espera Lucian que hagamos? ¡Solo nos está dando de comer a los lobos, ese bastardo!" Castor se quejó, su expresión oscura.

"Sé, ¿verdad? Nos equivocamos, claro, pero enviarnos aquí es simplemente cruel. Ni siquiera somos tan fuertes", se quejó Pallox, claramente descontento con su tarea.

Clarisse entrecerró los ojos y le indicó a su equipo un movimiento de rebanada, indicándolos que derribaran a los gemelos rápidamente.

Sin dudarlo, algunos de los miembros de Ares Cabin cargaron hacia Castor y Pallox, que parecían ser ajenos a la amenaza que se avecinaba, se perdieron en su conversación. Pero justo cuando se cerraron, un círculo mágico se encendió bajo sus pies, y el suelo se abrió, tragándolos en un pozo oculto.