Príncipe del inframundo (Percy Jackson)

Capítulo 118

[Pov Tercera persona]

"La paradoja que desafía la sabiduría convencional;

El monarca manejando tanto la sombra como la luz;

El tejedor aberrante de la fortuna y las maldiciones;

El Señor de la Contradicción gobierna el caos y el orden".

Lucian repitió su nombre honorífico,

Thalia asintió. "Así que tendremos tu libro y personaje centrados en esto",

Thalia luego se volvió hacia Annabeth: "¿Creaste uno también para tu libro?"

Annabeth asintió: "Hice que Lucian me ayudara a crearlo. Su intuición es realmente útil al elegir cuándo algo es correcto y cuándo algo no lo es. Tuve que pasar por varios antes de que Lucian sintiera que uno de ellos tenía razón.

"Las ruinas dan forma y aliento;

La Dama de las Reliquias, el pasado encarnado;

La fuente del conocimiento ilimitado;

La encarnación de la sabiduría eterna.'"

Thalia asintió una vez más: "De acuerdo, así que empecemos con estos dos puntos de la historia. Siento que estos son buenos puntos de partida".

Annabeth y Lucian asintieron con la cabeza en señal de acuerdo.

Dos meses después...

Annabeth estaba mirando su tarjeta, examinándola. "Hay algo que no entiendo..."

"Esa es la primera vez", se burlaba Lucian mientras el bolígrafo a su alrededor se movía rápidamente, junto a una pequeña pila de papel.

"Hablo en serio", dijo Annabeth con los ojos en blanco.

"Yo mí, pero divago, ¿qué es?"

"¿Cómo es que los dioses no son capaces de detectar que nos estamos volviendo más fuertes? Estoy seguro de que deben haberlo sentido, ¿verdad?"

"Incapaces", dijo Lucian, sacudiendo la cabeza.

"¿Eh?"

"Los dioses no pueden sentirlo, en absoluto".

"¿Por qué?"

"Por la tarjeta que tienes en la mano. Puede que no lo sepas, pero es encantador evitar que otras personas lo detecten aparte de aquellos que tú mismo quieres conocer. Es por eso que pude detectar a Thalia cuando vino, y mi intuición fue capaz de adivinar de dónde venía. Ella quería contárnoslo, así que pude recogerlo; de lo contrario, ni siquiera lo habría sabido".

"En serio, ¿ni siquiera tú?"

"Aprecio la fe ciega que tienes hacia mí para poder hacer cualquier cosa, pero sí, incluso yo. No soy todopoderoso... Al menos no todavía"

"Espera, pero ¿cómo sabes esto?"

"Porque soy yo. Soy prácticamente el creador de ello, y conociéndome a mí mismo, es algo que habría hecho".

"Ya veo. Supongo que eso tiene sentido... ¿Creo?"

...

Más tarde en el día...

Lucian y Thalia fueron vistos en el gimnasio del campamento. Thalia emanaba un aura que normalmente enviaría a alguien corriendo, sus ojos crepitando de electricidad.

Pero Lucian no era cualquiera; ambos tenían guantes de boxeo puestos mientras se rodeaban mutuamente. Lucian inmediatamente se puso a la defensiva, lanzando golpe tras golpe, mientras Thalia sostenía sus guantes cerca de su cara, balanceándose y tejiendo.