Terra Nova 2034

El imperio

Se dice que la esencia está en todas partes y en ninguna parte. Que está en lo tangible y lo intangible. Que todo ser viviente no es más que una millonésima parte de su infinita bastedad. Que quien logre romper las barreras de lo incorpóreo se hará uno con ella, teniendo acceso ilimitado a su infinitud, logrando así, la proyección del ser.

Sobre los dichos de las tribus en las cavernas de jade

Jhon se encontraba alimentando al ganado con comida balanceada que trajo de su última expedición a la franja amarilla. Estaba llenando los tanques de agua extraída de los cactus para para la casa y para el ganado, este año la esencia fue tanta que estos pudieron alcanzar los cuatro metros de altura con un buen grosor, lo que alcanzaría para dos o tres años inclusive. Los niños estaban durmiendo en su habitación en el segundo piso junto con el viejo Sam, el viejo labrador que ha estado en la familia desde que Jhon tenía catorce. Su madre se encontraba picando zanahorias para hacer un estofado de carne con verduras traídas de Mak'utah, mientras escuchaba la radio imperial que hablaba sobre la celebración del cumpleaños del joven príncipe Radd'hu quien cumpliría cien años reales, que para ella era un poco menos del doble de su estancia en la tierra.  

Entrando por la puerta entró Jhon que cargaba un tanque de esencia para cambiar en el generador de la casa que estaba próximo a quedarse sin energía. Bajó por las escaleras con el tanque en el hombro derecho y la mano sobre la baranda a su izquierda. Se dirigió al enorme cilindro que yacía amurado a las paredes de concreto al fondo del lado derecho y pisó el pedal que estaba en la pared para que la puerta se abra de par en par, despidiendo una espesa neblina celeste que resguardaba el pequeño tanque de no más de sesenta centímetros de largo y treinta de diámetro. Retirando el pie del pedal se dirigió al tanque de energía y retiró el recipiente casi vacío de esencia para poner el otro sobre el hueco cilíndrico que lo mantenía conectado. Al realizar el cambio inmediatamente el tanque de energía empezó a succionar la esencia del recipiente el cual la despedía en forma de pequeñas partículas que subían flotando y chispeando hacia la parte superior del interior del tanque. Realizado esto John cerro ambas puertas y se dirigió con el tanque vacío al patio dónde estaba arreado al poste que yacía parado su caballo Helius, justo en el medio cerca de la izquierda del terreno. Se encontraba pastando el terreno artificial mientras a su lado derecho el cual apuntaba hacia el portón de salida se encontraba la carreta magnética que levitaba gracias al canalizador de esencia que abastecía el aparato anti gravitatorio soldado en el lado inferior de su base y permanecía a su lado gracias al receptor vinculante de esencia en la montura que suponía poco gasto energético para el caballo, similar a cargar con un pequeño bolso vacío. Esa carreta no violaba la prohibición del imperio de no portar vehículos que fueran propulsados por esencia puesto que se trataba de una herramienta de trabajo comúnmente utilizada para tareas agrícolas, pero que Jhon utilizaba para transportar esencia. 

Posó el recipiente metálico por encima de la carreta e inmediatamente este se adhirió debido al poderoso imán selectivo que a la vez hacía de superficie y solo admitía a los recipientes de esencia en su campo de atracción.

Al volver vio al pequeño Marcus bajar en pijama por las escaleras. Sus ojos todavía no se habían despegado del todo cuando saludó a la foto de su madre Carla, que yacía en el mueble dónde se guardan los platos limpios, justo al fondo del primer piso al lado de las escaleras. Ella había fallecido postrada en su cama de tuberculosis poco después de nacieran los gemelos. Por aquel entonces Jhon no había empezado a comercializar esencia y se dedicaba solamente a la ganadería. Fue la muerte de su amigo el teniente Ru'hk proveniente de la franja amarilla en la cual la tradición era que el primer hijo varón lleve el nombre del padre.  Este en su lecho de muerte le confió ambos canalizadores de esencia reglamentarios del ejército imperial cuando John se encontraba recorriendo la franja amarilla, cerca de las cuevas de jade púrpura. A pesar de ser del imperio, estos canalizadores eran para la época obsoletos, puesto que generan un gasto innecesario de energía en el usuario a comparación de las modernas pistolas y rifles de plasma alimentados con esencia, los cuales podían abastecerse por cientos de años con tan solo cien gramos de esencia artificial amarilla creada por el imperio. De esta forma la muerte de el teniente Ru'hk fue lo que decidió el destino de John como comerciante de esencia. En ese sentido fue un gran puntapié inicial para que Jhon mejore significativamente la economía familiar que, por momentos gozaban de gran abundancia cuando se recolectaba mucha esencia y por otros debían competir con los demás comerciantes locales de ganadería quienes poseían domos de esencia más grandes e incluso contaban con grandes campos agrícolas, lo cual los hacía más atractivos ante los ojos de los compradores del Condado del Diablo.