Matías había salido del hospital y estaba recuperándose en casa. A pesar de la lesión, su ánimo estaba alto, en gran parte gracias a la atención y el cuidado de Enzo. Sin embargo, ambos sabían que debían ser discretos. Su relación, aún en sus primeras etapas, no podía ser conocida por sus compañeros de equipo ni por los aficionados, ya que sus equipos seguían siendo rivales acérrimos.
Una tarde, Enzo y Matías se encontraron en un pequeño café en las afueras de la ciudad, un lugar lo suficientemente apartado para que nadie los reconociera. Se sentaron en una mesa en una esquina, donde podían hablar sin ser molestados.
"¿Cómo te sientes?" preguntó Enzo, mirando a Matías con preocupación. "¿Tu pecho todavía duele?"
Matías sonrió, agradecido por la preocupación de Enzo. "Estoy mucho mejor. Gracias por preocuparte tanto por mí. Sinceramente, tu compañía ha hecho que la recuperación sea más fácil."
"Me alegra oír eso," respondió Enzo. "He estado pensando mucho en nosotros, en cómo manejar todo esto sin que nadie se entere. No quiero que nuestra relación afecte a nuestros equipos ni a nuestras carreras."
"Lo sé," dijo Matías, tomando la mano de Enzo bajo la mesa. "Pero también sé que no quiero perder lo que estamos construyendo. He disfrutado cada momento que hemos pasado juntos, incluso los difíciles."
Pasaron la tarde hablando de todo y de nada, disfrutando de la compañía mutua y de la tranquilidad del café. Enzo, sintiéndose más relajado, sugirió un paseo por un parque cercano. Matías aceptó con entusiasmo, y ambos salieron a caminar bajo los árboles, sintiendo la brisa fresca en sus rostros.
En una esquina del parque, encontraron un pequeño mirador con vista al lago. Se sentaron en un banco, observando cómo los rayos del sol se reflejaban en el agua. El ambiente era perfecto para un momento de tranquilidad y reflexión.
"Es increíble cómo hemos pasado de ser rivales a... esto," dijo Enzo, mirando a Matías con una sonrisa. "Todavía me cuesta creerlo."
Matías se inclinó hacia Enzo, apoyando su cabeza en su hombro. "A veces las mejores cosas suceden cuando menos te lo esperas. Y aunque esto sea complicado, estoy dispuesto a enfrentar lo que venga. Quiero conocerte más, Enzo. No solo como el capitán del equipo rival, sino como la persona increíble que eres fuera del campo."
Enzo sintió una calidez en su pecho y rodeó a Matías con un brazo, acercándolo más. "Yo también quiero eso, Matías. Cada día que pasa me doy cuenta de cuánto me importas."
La tarde avanzó y, a medida que el sol comenzaba a ponerse, ambos sabían que tenían que regresar a sus vidas separadas. Antes de irse, Enzo tomó el rostro de Matías entre sus manos y lo besó suavemente en los labios, un beso lleno de promesas y esperanza.
"Nos veremos pronto," dijo Enzo con una sonrisa. "Y no dejemos que nada ni nadie nos detenga."
Matías asintió, con el corazón latiendo rápido. "Estoy contigo en esto, Enzo. Pase lo que pase."
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jugando con el corazón ( matienzo)
FanfictionEnzo y Matías son jugadores de fútbol en equipos rivales, cuyas vidas se entrelazan en el competitivo mundo del deporte. Desde el primer encuentro en el campo, su relación comienza con una intensa rivalidad marcada por la competitividad y el deseo d...