jugando con el corazón ( matienzo)

Amenaza en la sombra

Las semanas pasaron y Enzo y Matías continuaron encontrándose en secreto, disfrutando de cada momento juntos. Sin embargo, un día, mientras caminaban por un parque menos frecuentado, la tranquilidad de su relación se vio amenazada.

Mientras paseaban, no se dieron cuenta de que alguien los observaba desde la distancia. Juanicar, un ferviente aficionado del "Rayo del Norte" y conocido por su temperamento volátil, los había seguido, sospechando que algo inusual ocurría entre los dos rivales.

Esa tarde, cuando Enzo y Matías se despidieron con un abrazo y un beso rápido, Juanicar, escondido entre los arbustos, tomó fotografías con su teléfono, sonriendo con malicia.

Al día siguiente, Enzo recibió un mensaje en su teléfono. Al abrirlo, su rostro palideció. Era una foto de él y Matías besándose en el parque, acompañada de un mensaje:

"Si no quieres que estas fotos se hagan públicas, nos veremos esta noche en el viejo almacén junto al puerto. Juanicar."

Enzo sintió un nudo en el estómago y rápidamente llamó a Matías para contarle lo sucedido. Ambos estaban preocupados y temerosos de las posibles consecuencias.

Esa noche, Enzo fue al lugar indicado, tratando de mantener la calma. El viejo almacén estaba oscuro y silencioso, el único sonido era el murmullo lejano del mar. Al entrar, vio a Juanicar esperándolo, con una expresión de satisfacción en su rostro.

"Sabía que vendrías," dijo Juanicar, sacando su teléfono y mostrando las fotos nuevamente. "Nunca me gustó verte jugar con Matías, y ahora tengo algo que puede arruinar a ambos."

"¿Qué quieres, Juanicar?" preguntó Enzo, tratando de mantener la compostura.

"Es simple," respondió Juanicar, cruzándose de brazos. "Quiero que te alejes de Matías. Si no lo haces, estas fotos se harán públicas, y ambos perderán todo: sus carreras, su reputación, todo."

Enzo sintió una mezcla de rabia e impotencia. "Esto no tiene nada que ver con el fútbol. No tienes derecho a entrometerte en nuestras vidas personales."

"Puede que no," dijo Juanicar con una sonrisa cruel. "Pero puedo destruirlas si no haces lo que te digo."

Antes de que Enzo pudiera responder, Matías apareció en la puerta del almacén. "¡No lo hagas, Enzo!" gritó, avanzando hacia ellos. "No dejaremos que alguien como él nos manipule."

Juanicar se giró, sorprendido por la aparición de Matías. "Vaya, vaya. Parece que la situación se pone interesante. ¿Están dispuestos a perderlo todo por esto?"

Matías se acercó a Enzo, tomando su mano. "Estamos dispuestos a luchar por lo que sentimos. No dejaremos que alguien como tú nos asuste."

Juanicar, al ver la determinación en sus ojos, frunció el ceño. "Esto no ha terminado. Les daré una última oportunidad para reconsiderarlo. Si no, estas fotos estarán en todas partes mañana."

Con esas palabras, Juanicar salió del almacén, dejando a Enzo y Matías solos en la oscuridad. Matías apretó la mano de Enzo con fuerza. "No dejaremos que nos derrote. Encontraremos una solución, juntos."

Enzo asintió, sintiendo una mezcla de miedo y resolución. "Sí, juntos. No importa lo que pase, enfrentaremos esto como siempre hemos hecho, uno al lado del otro."

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