Después del encuentro tenso con Juanicar, Enzo y Matías se enfrentaron a una encrucijada. Sabían que las fotos podrían arruinar sus vidas si se hicieran públicas, pero también se negaban a renunciar a lo que sentían el uno por el otro.
Decidieron mantenerse en contacto solo a través de mensajes de texto y llamadas telefónicas discretas, evitando encontrarse en persona para reducir el riesgo de ser descubiertos. Sin embargo, la tensión entre ellos solo aumentaba con el paso de los días, y anhelaban estar juntos, aunque fuera por unos momentos.
Una noche, Enzo recibió un mensaje urgente de Matías. "Necesito verte. Nos encontraremos en el parque detrás del estadio en una hora."
Enzo sabía que era arriesgado, pero no pudo resistirse a la necesidad de ver a Matías. Esperó pacientemente en el parque oscuro, el corazón latiéndole con fuerza. Cuando finalmente apareció Matías, ambos se miraron con una mezcla de alegría y ansiedad.
"No deberíamos estar haciendo esto," murmuró Enzo mientras se acercaba a Matías.
Matías asintió, pero sus ojos reflejaban determinación. "Lo sé, pero no puedo estar lejos de ti. No quiero que alguien como Juanicar decida por nosotros."
Sin pensarlo más, se abrazaron con fuerza, sintiendo el calor y la familiaridad del otro. La necesidad de estar juntos los llevó a un beso apasionado y desesperado, como si estuvieran robándose momentos preciosos en medio de la incertidumbre.
Sin embargo, la tensión de la amenaza de Juanicar no desapareció. Ambos sabían que cada momento juntos aumentaba el riesgo de ser descubiertos, pero el deseo de estar cerca el uno del otro superaba cualquier temor.
Después de un rato, se separaron con reluctancia, respirando agitadamente. "Debemos ser más cuidadosos," dijo Enzo, acariciando el rostro de Matías con ternura. "No podemos arriesgarnos más de lo necesario."
Matías asintió, con una mirada determinada en sus ojos. "Lo entiendo, Enzo. Pero no dejaré que Juanicar o cualquiera más nos impida estar juntos. Somos más fuertes que eso."
Ambos se miraron en silencio, sabiendo que enfrentarían desafíos difíciles en el camino, pero decididos a luchar por lo que tenían. El miedo y la incertidumbre seguían acechando en las sombras, pero su amor los mantenía unidos, dispuestos a enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.
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jugando con el corazón ( matienzo)
Hayran KurguEnzo y Matías son jugadores de fútbol en equipos rivales, cuyas vidas se entrelazan en el competitivo mundo del deporte. Desde el primer encuentro en el campo, su relación comienza con una intensa rivalidad marcada por la competitividad y el deseo d...
