El silencio reinaba en la habitación, mientras que dos jóvenes se encontraban abrazados en la cama siendo cubiertos únicamente por una manta, sus piernas entrelazadas brindándoles calidez. Mientras Nate mantenía su rostro en el pecho de Ethan, este dejaba besos y mimos en los cabellos rojizos de su fresita.
—Fresita... —Llamo el mayor unos minutos después.
El menor hizo un sonidito haciendo saber al mayor que lo escuchaba, aunque sus parpados comenzaban a pesarle.
—¿Estas bien? —Tomo el mentón del menor y lo hizo salir de su escondite —Tu... Te escuchas muy cansado...
Nathaniel solo le sonrió dulcemente y beso su barbilla con cariño.
—Estoy bien, siempre que estoy a tu lado lo estoy... Te amo mucho, mi dulce byeol, demasiado para una persona de mi estatura, y te amo por quién eres, mi destino.
—¿Tu destino? —Pregunto suave, amando como se escuchaba aquello.
—Si —Sonrió el menor —Eres mi destino, te lo había dicho antes, así que te amare en esta y en todas mis vidas.
—También te amo Nathaniel Hoffmann, en esta y en cualquier vida, te amare siempre, porque eres el dueño de amor, diga lo que diga cualquier persona, yo sé que eres el amor de mi vida.
Nate sonrió, sus pequeños ojitos llenos de lágrimas antes de abrazarse al mayor, sus brazos aferrándose a él con toda su fuerza, Ethan no dudo ni un segundo en corresponder el abrazo, dejando besos en la frente de su pequeña y adorada fresita.
Te amo, fue lo que ambos se murmuraron antes de caer en los brazos de Morfeo.
☽
18 de mayo – 03:16am
Nathaniel se despertó abruptamente, sentándose en la cama con su respiración irregular y sus mejillas empapadas de lágrimas, llevo una de sus pequeñas manos a su pecho, sintiendo el fuerte latido de su corazón a través de la tela de su camisa, cerro sus ojitos y comenzó a regular su respiración, hasta que esta y los latidos de su corazón se calmaron.
Abrió sus ojos y observo a su alrededor, mirando la habitación de Ethan que se veía algo iluminada por la luz de la luna que entraba a través de la puerta abierta del balcón.
Miro hacia su costado, su corazón volviendo a acelerarse al no ver al castaño dormir a su lado, se colocó de pie, notando que únicamente traía puesta su ropa interior y una camisa que obviamente pertenecía a su novio ya que era tan grande que cubría la mitad de sus muslo. Camino con sus pies descalzos por la habitación hasta la puerta abierta, llegando a la sala donde estaba su novio sobre el sofá con su guitarra, sus cabellos desordenados y su torso descubierto pues solo traía sus shorts para dormir.
Nathaniel se acercó con un puchero involuntario, sus ojos brillosos por la lágrimas, dejo escapar un pequeño sollozo que capturo rápidamente la atención de su novio.
—¿Qué haces despierto? —Murmuro dejando su guitarra de lado.
—Me dejaste solo ¿Por qué lo hiciste? —Murmuro entre lágrimas parado frente a su novio, siendo tomado por la cintura mientras Ethan lo colocaba sentado de lado sobre su regazo.
—¿Por qué lloras? —Pregunto en cambio, preocupado ante las lagrimitas que seguían saliendo de los bonitos ojos verdes de su chico.
—Tuve una pesadilla —Suspiro, recargándose sobre su novio sintiendo como este lo rodeaba con sus brazos.
—¿Quieres contarme?
Nate asintió despacio.
—Estaba solo, en una habitación completamente blanca, lloraba mucho y los buscaba, a ti, a mis padres, a Dan y Jay, pero no estaban, hasta que llego un desconocido que me decía que esa era mi nueva casa —Relato suspirando —Me empecé a sentir desesperado y empecé a buscarlos, pero seguían sin aparecer, fue tan horrible y luego me desperté y no estabas a mi lado ¿Por qué me dejaste solo? —Miro al mayor, con sus ojitos aun brillosos.
—Lo lamento fresita —Murmuro dando un beso en la coronilla de su novio —De repente me levanté y quería escribir, entonces vine a tocar algunos acordes, no quería molestarte.
—Tu música jamás me molesta —Sonrió hacia su novio y se bajó del regazo del mayor, tomo la guitarra con intención de dársela a Ethan, sin embargo, la acomodo en su propio regazo, sus pequeños dedos acariciando los costados del instrumento, donde algunas bonitas figuras fueron trazadas — Que bonito... ¿Los hiciste tú, byeol?
Ethan negó, mirando con nostalgia los trazos que Nate apreciaba.
—Los hizo mi Nana cuando me la regalo de niño...
—Jamás los note... Son realmente hermosos —Sonrió y miro al mayor —¿Podría hacer algo yo también?
Ethan sonrió, y se inclinó sobre el sofá, abrió uno de los cajones del buro a su lado y saco una pequeña navaja, extendiéndosela a Nathaniel quien la agarro con una enorme sonrisa, empezando a tallar algo en un área libre de la guitarra.
Minutos después de completo silencio cerro la navaja y extendió la guitarra al mayor quien la tomo con una sonrisa, sus ojos rápidamente fueron ala lugar donde su novio hacia tallada algo, notando como había dibujado una hermosa estrella y junto a esta había escrito te amo con su bonita caligrafía.
—Decidí poner eso porque aparte de ser mi byeol, quiero que sepas siempre que te amo, porque habrá días, semanas o incluso uno o dos meses donde no te poder ver, ya sea porque tú tienes responsabilidades en la universidad y en tu trabajo, y yo también porque estaré más ocupado ahora que entre a mi último año, entonces solo quiero que siempre tengas en mente que te amo.
Ethan miro a su novio ahora siendo el quientenía los ojos llorosos por las lágrimas, volvió a dejar la guitarra de lado yse abrazó a su novio, feliz de tenerlo a su lado, siendo ambos el lugar segurodel contrario, donde encontraban paz después de los males, e incluso de laspesadillas.
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Nuestro destino
RomanceEthan anhelaba que el final llegara. Nathaniel disfrutaba cada día que pasaba. Ninguno creyó que sus caminos se cruzarían, sin embargo, no todo fluye como nosotros pensamos, el destino era sabio y aquel encuentro en aquella azotea había sido pre...