02. Would you kill for me?

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Tom Kaulitz.


A lo largo de mi vida aprendí y conocí muchas cosas, fui aprendiz también. Veía a mi padre actuar con aires de grandeza y superioridad, todo le salía bien y eso siempre me enorgulleció. Quise ser como el, pero no salió muy bien. Tardé en tomar las riendas de mi propia vida, al principio jugaba con la vida y la muerte como si no fuera de importancia, desafiaba a las autoridades y me metía en problemas, luego huía y lo siguiente se lo dejaba a mi padre.

El nunca me hizo sentir inferior o inmaduro, siempre supo que solo era un adolescente jugando y disfrutando de su vida, como cualquier otro. Mi método para escapar del aburrimiento y pasarla bien siempre era en el metro, donde corría mi auto sin miedo, donde solo me preocupaba en sentir la adrenalina y el orgullo. Escapaba de la luz y habitaba en la oscuridad, donde me conseguía a cualquier chica que deseara, donde jugaba a ser el peor gángster de los tiempos y donde también fantaseaba con dinero y el poder que tenía mi padre.

Hoy lo recordé, porque también me encontraba pensando una y mil veces en las palabras que me dedicó Leigh antes de entrar en una pequeña discusión.

❝─Dijiste que me uniera a ti y lo quiero hacer, déjame ayudarte, Tommy. ❞

Ella quería negociar conmigo y ser tan sucia como yo. Entonces luego de escuchar sus propias palabras resonar en mi mente como una droga capaz de envolver mi cerebro por horas, oí las que me dedicó mi padre hace muchísimos años.

❝─Nunca dejes que una mujer se entrometa en tu camino y sienta intriga por estos negocios. Los negocios los manejan los hombres como nosotros, las mujeres no tienen la inteligencia que nosotros sí. ❞

Quise preguntarle también: ¿Y que sucederá si dejo que se entrometa en mi camino?

Creí que no iba a recibir la respuesta, pero su gruesa voz resonó en mi mente desde tan lejos, casi como un susurro.

Dijo: Luego no sabrás cómo sacarla.

Repetí sus palabras nuevamente en mi mente mientras frotaba mi corta barba y sentía mi mirada en el vacío. Las mujeres no tienen la inteligencia que los hombres qué manejamos estos negocios tenemos.

El problema es que ella era muy inteligente, bastante. Sabía lo que veía y aprendía con solo apreciarlo con sus ojos. Era buena para manipular y mentir. Tenía la inteligencia suficiente como para saber envolver a mis socios entre mentiras, sus ojos serían capaces de envolverlos en un sueño lúcido del cual nunca podrán salir.

Hace dos años que ella comenzó sus entrenamientos, lo había considerado necesario desde que se convirtió en mi esposa, sabía que no iba a estar siempre para protegerla y que tenía que aprender a defenderse por su propia cuenta. Mientras más pasaba el tiempo, ella aprendió a manejar las armas y a golpear bastante bien. A veces me tomaba el tiempo para supervisar sus entrenamientos, sus movimientos eran perfectos, casi sigilosos. El atacante no se esperaría su próximo movimiento, era perfecta.

Pude saber que con el tiempo se hizo más fuerte, ella no era la misma que recordaba hace más de siete años y eso me enorgullecía. Aunque en realidad, lo que fue capaz de volverla fuerte fue el daño que sintió por más de cuatro años en mi ausencia.

Sabía que si me atrevía a romperla más, iba a lograr crear a una mujer completamente de acero. Y era esa mujer que necesitaba a mi lado en los negocios.

³⌉ 𝟵𝟵 𝘿𝙖𝙮𝙨 𝙚𝙩𝙚𝙧𝙣𝙖𝙡 ; 𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora