HANNAH
Hoy me siento agotada.
Esta noche las pesadillas de Anne han sido mucho peores. Han durado hasta las seis de la mañana y entre hora y hora aún gritaba.
Aún por encima, Aiden lo escuchó. No sé si debo contárselo, es algo privado de Anne... pero para que se fuera le dije que ya se lo explicaría.
Esta mañana me di cuenta de que se me acabó el corrector, así que voy a tener que ir esta mañana a clase con las tremendas ojeras de no dormir en toda la noche. A mi no me gusta maquillarme, ni lo hago casi nunca, pero me echo corrector para no tener que dar explicaciones sobre mis profundas ojeras.
Estoy en clase de química, pero no consigo prestar atención, estoy haciendo un esfuerzo horrible por mantener los ojos abiertos.
En ese momento, siento como alguien me da unos golpecitos en el hombro.
- ¿Estás bien?- Me pregunta Aiden, parece preocupado, aunque por su cara noto que él tampoco ha dormido bien.
- Si, si, por supuesto.- Él levanta una ceja indicándome que sabe que no es verdad- ¿necesitas que te explique algo...?
En ese momento me interrumpe:
- Corta ya, Hannah. Intenta primero ayudarte a ti misma en vez de ayudar a los demás y sufrir tú.
¿De qué va? Que se crea que sabe todo de mi me enfada.
- Yo estoy perfectamente, no necesito ayuda para nada.- En ese momento exploto- aún por encima de que desde que llegaste te he tratado como un rey, siendo súper amable contigo a pesar de lo borde que has sido conmigo casi todo el tiempo, me andas ha decir que necesito ayuda. ¡Pues no! Estoy perfectamente, ¿vale? Métete en tus asuntos.- Noto como su mirada se ensombrece y me siento fatal.
Se me cae una lágrima y me la limpio rápidamente, sin que a nadie le de tiempo de vérmela, o eso espero:
- Lo siento mucho, Aiden. No he querido hablarte así, sólo que... no estoy acostumbrada a que la gente vea a través de mi sonrisa,- creo que ni siquiera yo me doy cuenta de lo que significa eso.- Me siento fatal. No entiendo porque te he hablado así... nunca me había pasado con nadie, pero tú... eres tan diferente a los demás que esta situación me resulta incomprensible. Perdón. ¿Puedo hacer algo para recompensarte por haber sido tan borde?- Le sonrío, aunque falsamente, porque ahora lo último que me siento es feliz.
- Sé tú misma. Sólo eso. Ah, y explícame esto.- Dice en broma. En ese momento los dos nos reímos suavemente, porque estamos en clase y no debemos armar jaleo.
Cuando acaba la última clase Anne se me acerca y me dice:
- Voy a ir a junto a la habitación de Gen ayudarle a elegir su oufit para la noche de pelis. Creo que quiere impresionar a Aiden.- Al decir el nombre del chico me guiña un ojo- ¿Nos vemos allí?
- ¡Claro! Dile a Gen que el color favorito de Aiden es el verde lima, por si sirve de algo.- Pese a que no me guste nada el rollo entre Gen y el otro chico, no puedo evitar intentar ayudar a mi amiga. Ella asiente y se marcha junto a Gen.
- ¡Aiden!- El chico al que hago de guía se me acerca y le explico lo de la noche de pelis.- Si no quieres no tienes porque ir, sólo era por avisar.
- ¿Quieres qué vaya?- Esa pregunta me pilla completamente desprevenida y le miro a los ojos durante unos segundos, hasta que consigo responder:
- Si, claro. Siempre... nos lo pasamos bien. Verás como te gusta.- Aunque en verdad quería que fuera por más razones que esa.
- Iré si me cuentas lo que le pasa a tú amiga por las noches. A mi no se me pasa por alto esas grandes ojeras que me llevas.
ESTÁS LEYENDO
Nos vemos detrás del arcoíris
RandomNo lo entendía. En todas las películas y series siempre ponían los orfanatos como lugares oscuros, con gente cruel y rota. Lo que ella no sabía es que por mucho que aparentemente todo fuera genial y todo pareciera perfecto, las personas huérfanas ne...