Sterek Vs Mafia

La celebración.

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La hora esperada llegó; los Umbrales se presentaron junto a sus sirvientes de confianza. La guardia Umbral, imponente y aterradora frente a cualquiera, se destacaba en la escena. Sin embargo, la guardia elegida por Stiles no era cualquiera. Ambas partes, de distintas naturalezas, especies y linajes, se enfrentaban. Un evento de gran importancia estaba por desarrollarse, y Nueva York entero lo sabía.

El lugar resonaba con una mezcla de expectación y anticipación. El salón principal estaba elegantemente decorado con tapices modernos y luces tenues que creaban una atmósfera acogedora y distendida. En el centro del salón, una mesa elegante y bien preparada esperaba, rodeada de cómodas sillas tapizadas donde los hermanos Umbrales y sus acompañantes serían recibidos.

Los hermanos Umbrales entraron con una presencia imponente pero serena, vestidos con atuendos elegantes pero sin ostentación que reflejaban su posición de autoridad y prestigio. Sus miradas, profundas y penetrantes, capturaban la atención de todos a su alrededor mientras se movían con gracia por el salón.

A su llegada, fueron recibidos con saludos cordiales y gestos de respeto por parte de los presentes. Los sirvientes, discretos y eficientes, ofrecían delicadas bandejas con bebidas y aperitivos, asegurando que todos se sintieran cómodos y bienvenidos. La atmósfera era de camaradería y expectación mientras todos aguardaban el inicio de una reunión que prometía discusiones importantes y decisiones significativas para el futuro de la comunidad sobrenatural en Nueva York.

Karlo había dado instrucciones claras a Derek antes de la reunión. Con un tono serio y directo, le había encomendado la tarea de acompañar a Eva. Derek, inicialmente incómodo con la orden, recordó a Karlo que necesitaba más que un arma con wolfsbane para que se le dieran órdenes. Sin embargo, al final terminó cediendo.

Lo que Derek no sabía era que Karlo esperaba que él no hiciera una escena cuando escuchara la noticia, y que tuviera cerca a alguien que no fuera Marcelo para manipular su percepción de la situación.

El salón estaba lleno de figuras poderosas y conversaciones en voz baja que resonaban en las paredes decoradas con arte moderno. Derek y Eva entraron juntos, ella con un porte elegante y una mirada que no dejaba lugar a dudas sobre su posición dentro de la jerarquía sobrenatural de la ciudad. Derek, a su lado, caminaba con determinación, consciente de su papel como acompañante designado de Eva.

A medida que avanzaban por el salón, Derek observaba discretamente a su alrededor, consciente de que su presencia junto a Eva no pasaba desapercibida. Mientras tanto, Eva, de manera muy bien disimulada, le informaba a Derek quiénes eran cada uno de los hombres y mujeres dentro del salón, proporcionándole información valiosa sobre las dinámicas de poder y las alianzas entre los presentes.

Derek

Karlo me había dado la orden con una seriedad que dejaba claro que no había espacio para objeciones. —Necesito que acompañes a Eva esta noche— había dicho, su voz grave resonando con autoridad y expectativas implícitas.

Inicialmente, mi respuesta fue una defensa de mi independencia. —Mira, vas a necesitar más que una estúpida pistola con wolfsbane para venir a darme una orden — le recordé con firmeza, aunque en mi interior sabía que había algo más detrás de esta orden que no se revelaba de inmediato. Discutimos unos minutos más.

Finalmente, cedí, consciente de que hablar con Karlo era como hablar con una pared, y de que, como líder de los Hale, debía estar preparado para cumplir roles diplomáticos tanto como combativos. Según él. Desde que llegué a este lugar, no he hecho más que fingir que estoy haciendo algo. Y no he visto un solo movimiento después del operativo en el que se incendio el barco, que indique que vamos a salir de aquí pronto.