Sarocha Chankimha era una chica que siempre había tenido todo lo que había querido, hasta el día que descubrió a su prometida con su prima en la cama.
Desde ese día juro que ninguna otra mujer se burlaría de ella, debido a eso se alejó de su fami...
La semana pasó volando, Rebeca estuvo muy al pendiente de mí me visitaba todos los días y me hablaba varias veces al día.
Mi familia estuvo ahí también y estaban encantados con la forma en la que me trataba, para ellos no cabía duda de que ella me amaba aunque yo sabía que todo era mentira y que ella estaba desempeñando muy bien su papel.
Su madre y su abuela me visitaron en el hospital y fueron muy amables conmigo, lo bueno que a Richie no se le ocurrió aparecer por aquí.
Nam también estuvo todo el tiempo cerca de mí, sé que se siente muy culpable por lo que pasó pero ya le he dicho que no tiene por qué sentirse así.
Por fin llegó el día en que me darán de alta y podría regresar a casa, aunque todavía tendré que seguir guardando reposo por lo que mi madre se quedará dos semanas más pero mi padre y mis hermanos tienen que regresar, me da tristeza saber que se van pero también me da gusto que mi madre se quede un poco más conmigo.
Rebecca Armstrong
Hoy sale Sarocha del hospital, voy saliendo de una florería con un enorme ramo de rosas cuando me tropiezo con Amanda una antigua conquista mía.
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-Hola Rebecca, cariño cómo estás- me dice mientras me da un beso en los labios- me separo de ella no sé por qué, pero me molestó el gesto.
- hola Amanda, perdón, pero llevo prisa- le dije tratando de caminar, pero ella se volvió a poner frente a mí mientras me tomaba el brazo.
- vamos cariño, no muerdo te he extrañado tiene mucho que no me llamas ni me visitas, no te gustaría ir a mi departamento- me dijo de manera sugestiva.
Tenía más de tres meses sin sexo, y anteriormente ni lo habría dudado pero lo único que quería en ese momento es ir a recoger a Sarocha y pasar el resto de la tarde con ella, así que le dije.
- lo siento Amanda, pero mi novia me está esperando- le dije mientras me soltaba de ella y me dirigía a mi auto.
Ella se quedó con la boca abierta viendo cómo me alejaba dentro de mi auto hasta yo misma me sorprendí, había rechazado a Amanda una rubia imponente de medidas perfectas que sería la fantasía de cualquier hombre o mujer.
Pero la verdad no me apetecía para nada, no como me pasaba con Freen, no habrá nada parecido al sexo, en cambio Amanda me lo había ofrecido en charola de plata pero aún así yo prefería mil veces Ah Freen, no quise seguir dándole vueltas a la cabeza y me fui al hospital cuando llegué hasta su cuarto ya estaba lista, sentada en la cama al verme me dedicó una hermosa sonrisa y le di las flores ella las tomó y las olio.
- gracias Rebecca son preciosas.
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