Palabras

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Sus manos viajan por el cuerpo ajeno y posaba de vez en cuando en la cintura ajena.
La habitación estaba llena de los leves gemidos de ambos jóvenes, los vidrios retumbaban por la casa por el debido ruido de la música de el piso de abajo.

Aquella fiesta había empezado hace 1 hora.

Aquel chico tomó la cintura del otro para empezar a embestirlo con fuerza, a lo que el de abajo simplemente gemia el nombre de aquel muchacho con el cual estaba teniendo relaciones.

Ambos estaban totalmente sobrios, sabían lo que hacían y no era por simplemente alcohol. Ambos querían esto.

- ¡Dios Max! - Grito el castaño mientras se agarraba de aquel respaldo de madera fina de su propia cama.

Max, aquel chico que había sido su rival por meses en la Universidad y aún lo seguía siendo... Estaba en su habitación cogiendoselo de una manera bastante excitante para aquel chico castaño.

Por otro lado Bradley se sentía en los cielos en ese momento, sentía como las manos ajenas tocaban y apretaban su cintura. No podía negar que aquel chico tenía un encantó cuando se trataba de coger.

Habían estado en esa habitación por unos 20 minutos aproximadamente. Max dándole una acalorada bienvenida a su querido rival Bradley.

- Dios Max... - Decía el castaño entre gemidos.

Max al escuchar la voz excitada de aquel muchacho bajo suyo, aumentó el ritmo de sus embestidas.
Debía admitir que Bradley aunque era un chico que simulaba ser un "Dominante", era en realidad un sumiso en su totalidad.

Y nadie podría negarselo jamás.

Ambos chicos estaban por terminar el ese momento cuando Bradley sintió como aquel azabache salía de su interior y lo ponía de rodillas de un solo movimiento.
Bradley miró al azabache con seriedad cuando notó que este tomó su cabeza con suavidad y lo acercó a su miembro el cuál palpitaba.

- Anda, niño bonito... - Dijo Max mientras jugaba con el pelo de Bradley. Mientras que el otro abrió la boca y decidió meter en ella el miembro del azabache.

Este recorría su lengua por aquel lugar tan íntimo de Max y sentía como aquel chico tomaba su pelo con desesperación y fuerza mientras más movía su boca.

De un momento a otro, el azabache se vino en la boca del castaño, dejando al castaño con la boca totalmente llena de aquel líquido.

Bradley tragó todo eso para luego ver cómo Max limpiaba la comisura de su labio con su pulgar.

- Lindo. - Dijo este con una sonrisa. A lo que el castaño puso los ojos en blanco y no pudo evitar el sonrojo que se formó en sus cachetes.

Ambos se quedaron un rato en aquel cama del castaño, totalmente cansados. Max abrazaba la cintura del castaño mientras mantenía su cabeza en el pecho ajeno.

Bradley por otro lado acariciaba la cabeza del chico y lo miraba con ternura. Debía admitir que aunque en su corazón hubiera un leve rencor hacia Max, este era un chico bastante tierno y bueno de alguna manera u otra.

Luego de un rato, Bradley decidió pararse y arreglarse para ir a la fiesta que aún seguía en el piso de abajo, su equipo estaría esperando por este aún.
Max decidió también ponerse su respectiva ropa y miró a Bradley.

ღ Short-MaxleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora