Max y Bradley se dirigen a la casa del castaño en busca de sus padres para luego ir a la casa Mouse para que Bradley conozca a la familia del azabache, al igual que si familia a la del castaño.
- Te aseguró que te caerán todos muy bien. - Dijo Max mientras tomaba la mano de su pareja, con aparente nerviosismo por lo que podria pasar con los padres del castaño.
Bradley sonrió, no porque eso le relajara si no porque sentía ansiedad en ese momento, ansiedad de hacer o decir algo malo frente a sus padres y a la familia de Max, aunque estos dos habían ido antes solos, era algo aún nuevo para él.
Ambos iban en el auto de Bradley, mientras este conducía, Max hablaba con su padre por mensaje de texto, avisando que pronto llegarían luego de buscar a los señores Uppercrust.
Bradley se sentía aún más nervioso cuando veía las calles de su hogar, su casa era la más grande del lugar por exigencias de su madre más que por su padre. Era difícil que alguien no supiera cual era su hogar.
Max sonrió y agarró con la misma suavidad la mano de Bradley, sabía que Bradley se podría sentir mal o ansioso en estos momentos. Y de todas formas él también se sentía ansioso.
Saber que su pareja conocería a su familia, no por primera vez pero aún así le causaba ansias, le acusaba algo de miedo y desesperación por lo que podrían decir los Uppercrust. Sabía que podrían tomarlo bien pero a la vez le daba miedo como reaccionarían por como era Bradley y su actuar a veces idiota.
No podía negarlo, Bradley creció en un entorno algo estricto pero con cariño de su padre, más que el de madre. Sabía que con él y su familia era muy distinta su manera de actuar, pero con sus padres era como un niño el cuál no podía moverse de su lugar por horas.
Habían llegado al fin a la mansión Uppercrust y Bradley miró a Max nervioso, regalándole un tierno beso en los labios.
El azabache sonrió al repentino beso por parte del castaño y miró como este se iba del auto para buscar a sus padres los cuales iban saliendo del lugar.
Max abrió la puerta y se dirigió hacia los Uppercrust, con una sonrisa como siempre.
- Muchacho, que gusto verte denuevo. - Dijo Bradley II, tomando la mano de Max y abrazandolo.
Max con el padre de Bradley se llevaban bastante bien, desde el momento uno fueron bastante unidos y cuando podían pasaban un momento de suegro y nuero.
Para Max la compañia de su suegro era bastante acogedora, pero para la señora Uppercrust, la compañia de Max era un dolor de cabeza.
El simple hecho de tener a Max en su camino era totalmente un dolor de cabeza, esta nunca pasaría a tal muchacho tan "desaliñado".
Los 4 se subieron al auto y de un momento a otro estaban llegando al hogar de Max, el ambiente incómodo en el auto se hacía presente.
Cuando llegaron, Goofy estaba afuera esperando a ambos muchachos con Sylvia.
El Uppercrust salió del auto juntó a su esposa y ambos saludaron a los padres del azabache.
Max miró a Bradley, notando su ansiedad y su pierna tiritar.
- Hey... todo saldrá bien, tranquilo... - Dijo el azabache, tomando la mano de su novio y depositando un beso en ella.
Bradley sonrió, tomó el cachete del azabache y lo beso. Un beso tierno y lleno de amor.
Ambos salieron del auto para reencontrarse con la familia que se estaba integrando.
Pasaron una buena bienvenida, hasta que llegó la hora de la cena.
La familia del castaño estaba al frente de Max y Bradley. Todos comían con gusto y disfrutaban el hablar... Menos una persona.
