Capítulo 6: "Nuevos sentimientos"

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Desde aquel día en el sótano de la antigua casa de Harry, Draco no paraba de pensar en él. Hasta ese día no había dimensionado lo destruido que estaba el menor y aunque no quisiera admitirlo le dolía verlo de esa manera, siempre lo vio como una persona fuerte y fria, pero al tenerlo en sus brazos llorando hizo que cambiara su perspectiva de él drásticamente, comenzaba a creer que debía ayudarlo, apoyarlo, Harry no tenía a nadie más en ese momento, sus amigos estaban con sus propias familias, incluso Draco estaba con su familia, pero Harry ¿a quién tenía? bueno, pues a partir de ese momento lo tenía a él, a Draco Malfoy, quizás no se llevaran de lo mejor, pero se daba cuenta de la situación del azabache y se daba cuenta de su propia incomodidad al ver mal a Harry y debía hacer algo con esta.

Comenzaba a seguirlo de vez en cuando, para asegurarse de que no estuviera mucho tiempo solo y esto Harry lo notaba, no podía decir que le incomodaba, porque estaría mintiendo, pero si le extrañaba, se preguntaba si había sido tan rídiculo ese día que ahora Draco era su niñero, y quizás, se arrepentía de haber sido vulnerable con el rubio. Pero por otro lado, le hacía bien algo de compañía, el estar pendiente de que Draco lo siguiera y acompañase, incluso que le sacase conversa, significaba pensar menos en su padre y su vida en general.

Nuevamente se encontraban "por casualidad" en el jardín, lugar donde le gustaba pasar la mayor parte del tiempo a Harry.

-Malfoy, no me tienes que cuidar, no soy un niño- dijo al ver que este salía de la casa en dirección hacia donde él estaba.

-¿qué te hace creer que te estoy cuidando? esta es mi casa por si no lo recuerdas, puedo ir a donde se me de la gana- Mintió, Harry lo notó, pero decidió no insistir, pues no quería auyentar al mayor.

-Si tú lo dices- Suspiró resignado el azabache y se recostó en el pasto, en el único lugar donde había sombra, cerró los ojos y trató de dejar la mente en blanco, pero sintió como alguien se acercaba y se sentaba a su lado, claramente era Draco, y por algún extraño motivo esto puso nervioso a Harry.

-¿Ya has pensado en qué te gustaría hacer de tu vida?- Preguntó Draco luego de pensarlo unos minutos, sabía que era un tema delicado para Potter, pero no sacaba nada con enterrar el tema. Harry suspiró y no contestó, aunque no pareció haberse enojado, tampoco estaba dispuesto a continuar con el tema, pero a Draco nadie lo dejaba hablando solo. -Te hice una pregunta- lo regañó, harry volvió a suspirar y se levantó para quedar sentado al igual que Draco, lo miró serio unos segundos y respondió.

-Tú mismo dijiste que tenía toda una vida para buscarle el sentido, así que no me presiones- Respondió el azabache buscando dejar el tema hasta ahí y volvió a rescostarse dispuesto a ignorar al rubio.

-Ya sí, pero era un decir, pronto entrarás a último año de escuela, debes ver si lo que quieres hacer necesita de estudios posteriores o solo la escuela- contestó Malfoy, frustrado por la actitud que estaba teniendo Harry lo levantó a la fuerza obligándolo a sentarse al igual que él. Harry bufó y abrió los ojos finalmente mirándolo enfadado, pero Draco no se inmutó y esperó su respuesta.

-No sé por dónde empezar a buscar, no es tan fácil- Mirar a Draco a los ojos mientras le contaba sobre sus sentimientos no eran cosas que podían ir de la mano, así que se dedicó a mirar hacia adelante, ignorando que el otro sí le sostenía la mirada.

-De hecho si es fácil, ya te dije, busca en qué eres bueno y ve si te gusta- Pensó unos segundos haciendo el típico ruido "mmm" y siguió -Eres bueno en combates, le ganaste al mago más tenebroso, podrías ser auror -iba a seguir hablando pero Harry negó efusivamente.

-No quiero más peleas, nunca me gustaron, sólo sentía que era mi deber pelear, ya sabes por eso de ser "el elegido", suficiente de eso tuve ya, no quiero más muertes ni magos malos, quiero una vida tranquila, tener mi familia, mis amigos, mi casa, eso es todo- Nuevamente estaba abriendo su mente a Draco, pero no le incomodaba, si ya lo había hecho una vez y ya había quedado en ridículo, una segunda, tercera o cuarta vez no importaban ya. Por otra parte, aquella confeción había sorprendido a Draco, siempre pensó que Harry buscaba el peligro por ser importante o creerse el heroe y que trataría de hacerlo toda la vida, pero ahora veía que no era así.

-Ves, ahí tienes por donde empezar, busca algo que encaje con eso que acabas de decir, un trabajo estable que te permita cuidar de tu familia y de tu casa sin tener que viajar ni ponerte en riesgo- Opinó Draco y por primera vez en la conversación Harry le dirigía la mirada, según Draco eso significada que le estaba dando la razón.

-Puede ser, pero qué...- Iba a seguir hablando Harry, pero Narcissa lo había interrumpido.

-Ahí estás Draco, te estaba buscando, tu padre quiere que vayas a su oficina del trabajo para que lo ayudes con unas cosas- Dijo Narcissa sonriente, Draco suspiró y se levantó del suelo totalmente serio y con un "me voy" se despidió de Harry.

Harry derepente se vio a sí mismo enojado con los señores Malfoy por haber interrumpido su momento con Draco, el rubio estaba siendo de ayuda y lo estaba motivando, le hacía bien conversar y estar con él, y estaba feliz de poder hablar con Draco de la forma en que lo habían estado haciendo hacía unos minutos, pero los padres del rubio habían interrumpido el momento. Y ahí estaba Harry, sentado en el pasto solo, esperando con ansias el regreso de Draco.

Draco no volvió hasta la cena junto a su padre, Harry y Narcissa los esparaban ya sentados, cenaron en silencio, Harry estaba seguro de que notaba cierta molestia en Draco, incluso lo veía algo enojado, pero tampoco buscaba darle mucha importancia, pues estaba hablando de Draco, el ser más amargado de la vida.

Luego de cenar, cada uno subió a su habitación, Harry se sentó en su escritorio, pues aún no tenía sueño todavía, pero tampoco se le ocurría que hacer. Garabateó con su pluma algunos pergaminos, se dedicó a mirar por la ventana, revisó su cajón para ver si encontraba algo interesante, pero solo estaban un par de plumas, pergamenios y la carta que había escrito hacía ya tres semanas para su amigo Ron, se sorprendió al ver la fecha de la carta, había pasado un mes desde que vivía con los malfoys, el tiempo pasaba volando, en apenas un mes y medio Harry cursaría último año de la escuela, en menos de un año sería mayor de edad y ya no viviría más con los malfoys, se le aproximaban muchos cambios.

Harry comenzaba nuevamente a abrumarse con sus pensamientos, comenzaba a faltarle el aire y las ganas de llorar se hacían presentes. Trató de calmarse como pudo, revisó la hora con un hechizo, eran las una am, era tarde, pero si salía con cuidado de su habitación no despertaría a nadie. Bajó con cuidado hacia el patio, en busca de aire, había logrado contener las lagrimas y el frio lo había logrado calmar.

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Buenooop, otro capítulo más.
Siento que la historia va algo desordenada ¿qué opinan? ¿les va gustando? espero que sí.
Con amor, la autora.

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