Daella Velaryon Targaryen fue el "fruto" del matrimonio entre Laenor Velaryon y Rhaenyra Targaryen siendo melliza de su hermano Jacaerys.
Apodada "la perla de Driftmark" fue reconocida como la princesa más hermosa durante la danza de los dragones.
C...
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{Narrador omnisciente}
Daella suspiraba mientras las doncellas definían sus ondas y las aguardaban con telas de seda, aseguran un peinado decente para la noche.
Por fin el gran día donde la capa del yugo de Aemond sería puesta sobre sus hombros llegó, causándole náuseas nerviosas a la Velaryon. Agregándole que ese día, poco antes de la tarde su madre y hermanos ya deberían estar allí para acompañarla.
Después de poco tiempo, le quitaron las telas de seda para sujetar las ondas con una red de hilos dorados, ajustada a su cabello con broches dorados en forma de dragón.
—Mi princesa —. Entró una doncella a los aposentos —. La familia de la princesa Rhaenyra ha llegado.
Daella prácticamente brinco del tocador, corriendo por los pasillos del torreón de Maegor y bajando las escaleras, sujetando la falda de su vestido para no caer.
Corrió por el palacio bajo la mirada de quién se le cruzará, llegando hasta la puerta principal.
—¡Madre!
Exclamó sonriendo, abriendo los brazos y corriendo hacia Rhaenyra quién la recibió riendo.
—Mi dulce perla... —. Sonrió Rhaenyra, acariciando el pómulo de Daella con su pulgar —. Espero que te hayan cuidado gratamente aquí.
Daella asíntio emocionada, saludando a sus hermanos y a sus hermanas.
—Vermithor vino con nosostros —. Hablo Lucerys caminando junto a su hermana por la fortaleza —. Mamá pidió que fuera llevado a la fosa de dragones.
—Hiba a enviar un cuervo pidiendo que trajeran a Vermithor, de hecho —. Murmuró la castaña después de chillar emocionada —. Pero ya sabes, con todo lo de la boda, me han tenido de arriba para abajo.
Esa tarde, con la presencia de Rhaenyra, Alicent se hizo la desentendida y se acepto a Baela y Rhaena como damas de honor en la boda.
Junto a ellas, Daella fue arreglada por sus doncellas. Poniendo el vestido largo y pomposo sobre el cuerpo pálido de la joven, junto a joyas que decoraron perfectamente su apariencia.
Una tiara de zafiros fue puesta sobre su cabello ondeante como las olas del mar de Dragonstone, en tributo, a su prometido.
Cuando Baela y Rhaena ya se habían ido para arreglarse ellas mismas, Daella le pidió soledad a las doncellas restantes. Necesitaba asimilar lo que estaba apunto de pasar.
—Luke... —. Se giro lentamente cuando la puerta de los aposentos se abrió —. ¿Sucede algo?
El joven sonrió levemente al ver a su hermana vestida así. Un momento que sabría que llevaría pero nunca lo había querido aceptar realmente.
—No, solo que... Quería verte.
—Bueno, después de meses sin vernos, dudo no tener el mismo deseo.
