Capítulo 4

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ENERO 08 DEL 2015

Intenté hacer frente a todo tratando de ahogar mis palabras y dolor —Escribía Blaine en el diario— pero no puedo más. Han pasado 4 días desde que estoy fuera de mi hogar y no me está yendo del todo bien. Ayer estuve en busca de departamentos en la zona centro y aunque todos eran muy bonitos tenían un toque muy igual al pequeño departamento del Sur.

Estaba caminando por las calles de Nueva York cuando mi celular comenzó a vibrar "Mi amor". Sentí que me rompía, por un momento creí que iba a caer pues mis piernas quedaron en shock casi igual que yo —Suspiró— decidí no tomar la llamada, no podía hacerlo.

Sam tuvo una sesión de fotos —Él es modelo—, me dijo que lo acompañara pero preferí hacer mis cosas. Además de ir en busca de un departamento tenía que checar las nuevas fechas de mis presentaciones en NYADA —La escuela de artes dramáticas de Nueva York— la maestra, Ms. Teabidux me había pedido el favor de ser uno de los anfitriones de los conciertos que se dan para exponer a los talentos de la escuela, pero Kurt sabía los días y estaba casi seguro de que iría y no quería verlo.

— ¿A qué se debe tal petición Blaine? —Preguntaba Ms. Teabidux.

— Kurt podría asistir a las presentaciones... no quiero verlo.

— ¿Por qué?

— Me ha engañado entre otras cosas —suspiró— y no estoy listo para verle.

— Sabes que las reglas son muy estrictas aquí, no puedo cambiar las fechas.

— ¿No podría hacer un esfuerzo? —Insistía Blaine.

— Tendrás que prepararte.

— Gracias.

(POR FAVOR REPRODUZCAN LA CANCIÓN DE MULTIMEDIA -Nila )

Fue como una puñalada, no podía hacer nada y yo tendré que presentarme. En 2 días estaré frente a él.

Cerró su diario, se quitó sus gafas de lectura y se talló los ojos. Acto seguido tocaron la puerta.

— ¿Quién? —Gritó desde la barra de la cocina.

Nadie respondió, así que fue a abrir la puerta.

Después de girar la perilla, una gran "O" se formó en su boca. Un enorme ramo de rosas cubría un cuerpo masculino: alto y delgado.

— ¿Qué haces aquí?

— Vine a verte.

— Yo no necesito verte... Kurt.

— Pero yo sí.

— ¿Cómo supiste dónde estaba?

— Es fácil saber a dónde irá una persona cuando la conoces tan bien —Objetó Kurt y Blaine no dijo nada— ¿Me permites entrar?

Blaine sólo abrió más la puerta permitiéndole la entrada. Kurt seguía con el ramo en las manos.

— Son 29... rosas.

— ¿29? —Preguntó Blaine mientras cerraba la puerta.

— Sí, fueron las palabras que viste en mi celular, incluyendo los signos de interrogación.

— No tenías que hacerlo, no te lo pedí.

— Tú nunca me pides nada, sin embargo me dabas todo.

Blaine se quedó petrificado con lo último. Giró su vista hacia los ojos de Kurt mientras este le entregaba las rosas. Los ojos de Blaine amenazaban con llorar, había brillo en ellos pero no era uno de felicidad más bien reflejaban dolor.

All Of Me [Larry & Klaine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora