Sufrimiento en silencio

3: Miedo...

No sabía que eras igual a ellas dos... -

M-mi señor po-por favor, so-solo escucheme... -

¿Que quieres que escuche...? -

To-todo esto es un error, po-por favor créame... -

Solo dime el porque... -
¿Por qué me quisiste abandonar al igual que ellas...? -
¿Por qué...? -

... -

Por el silencio que le dió como respuesta, el simplemente se dió la vuelta, marchandose lentamente, ella trató de alcanzarlo pero...
El la agarró del cuello con su extraña fuerza...
Trató de pedír una segunda oportunidad, que ella lo amaba, que solo la escuchará, pero el solo diría unas palabras que la quebrarían por dentro.

Si tanto me amas... déjame solo y nunca más te me acerques... solo cumple con tus obligaciones y yo haré las mías... -

... - Las lágrimas que salían de sus ojos eran casi interminables, quería suplicar de rodillas que solo fue un error, que ya no se equivocaría, que nunca lo dejaría solo, que nunca lo perdería, pero fue inútil, el agarre en un su cuello no la dejaban hablar.

Sintió como el agarre en su cuello desaparecía, cayendo tosiendo y respirando fuertemente para poder recuperarse más rápido, ella sentía dolor, pero no tanto como su señor, ver sus ojos la quebraron más de lo que ya estaba.

Unos ojos tan dorados, tan hermosos, ahora cubiertos en un manto de dolor y tristeza, su propio dolor no se podía comparar con el de el, trató de alcanzarlo pero solo logro escuchar las últimas palabras que el le dirigiría a ella.

Te deseó felicidad... Lute... -

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El cuerpo maldito del primer hombre seguía ahí, apoyado sobre esa roca.
De repente una luz en el cielo apareció por encima de su cadáver. Y una presencia estaba llendo hacía el cuerpo de Adam.
Era una presencia angelical, la más fuerte de todas.

Era el arcángel Miguel, el ángel guardián del primer hombre, la razón por la cual el primer hombre no sucumbió a la locura y se convirtiera en un sádico sin corazón, en un pecador, el y la fuerza de voluntad de Adam para no terminar como sus dos ex-esposas.

El se acercó al cuerpo y con una mirada triste lo levanto en sus brazos.

¿Que te hicieron Adam...? - Preguntó decaído el guerrero más fuerte de Dios, ver lo demacrado que estaba el cuerpo del primer hombre lo deprimió bastante, verlo cada días más débil por culpa de la maldición de las dos ex-esposas del primer hombre lo ponía peor.

Incluso ver como sus propios hijos y descendientes lo dejaban de lado, algunas veces se le caían pequeñas lágrimas de sus ojos por la tristeza, tristeza de ver a la mejor creación de su padre en ese estado.

Pero ya sin perder tiempo extendió sus enormes alas y se elevó al cielo.

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Cuando se le asignó la tarea de liderar los extermios en el cielo en primer instancia se había negado, se negaba en querer acabar con sus descendientes, con sus hijos...

Pero al hacerle ver las cosas horribles que ellos hacían en vida y en el mismo infierno, sus ojos se llenaron de lágrimas, lágrimas llenas de dolor, tristeza y de un sentimiento de traición.
Ver como sus propios hijos se mataban, abusaban, corrompian, caían en los mayores vicios y caían en los peores pecados existentes le provocaron esas lágrimas.

Le dijeron y explicaron que si hacía los exterminios estaría protegiendo a los descendientes que si pudieron llegar al cielo, ser los vencedores.
Aún con dolor pero convencido de que lo hacía para poder proteger a sus hijos termino aceptando.

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Aún recordaba cómo lamentablemente después de que aceptará el trabajo, se le presentó a una mujer peli blanca de cabello corto, con alas negras con algunas plumas grises.
Esa mujer se llamaba Lute, sería la segunda al mando de los exterminios, su mano derecha.

El confío en ella, confío ciegamente en ella y después termino como termino todo...
Queriendo abandonarlo está vez con otro ángel, Gabriel.
Parece que las mujeres que el llega a amar siempre lo terminan engañando con un ángel, ya sea uno angelical o uno caído.

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Y aún tenía ese sentimiento...

Miedo...

El Miedo de ser abandonado, está vez no por solo una mujer o algo parecido, si no por todos, ser olvidado, ser...

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Nada...

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Espero que les guste el capítulo de hoy, cualquier sugerencia que tengan siempre será bien recibida, los quiero.

3: Miedo...