La luz dorada inunda la habitación. Sakura sigue sonriéndome y su rostro, cubierto por algunos mechones desordenados de cabello rosa, resplandece de felicidad. Tengo las manos en su cintura, y el pelo largo que desciende por su espalda me hace cosquillas. Su cara está iluminada como si fuera una farola antigua, emanando luz de su interior. Todo lo que hay en esta habitación desaparece como si lo absorbiera una niebla oscura.Aún estamos bailando, nos balanceamos lentamente al ritmo de la voz melódica que sale de la radio, y Sakura es un ser cálido y vivo entre mis brazos. Aquí, de pie, moviéndonos suavemente de lado a lado, me doy cuenta de que no quiero que este momento termine.
Me maravillo de lo guapa que está, aquí, apoyada contra mí, vestida con
su camisa azul de manga corta, con los brazos desnudos que envuelven y
me acarician el cuello. Lleva los primeros botones desabrochados, y veo la curva de su clavícula y la piel blanca y suave que se expande más abajo. La falda blanca de algodón le llega hasta las rodillas, dejando al descubierto sus piernas, que rozan la fina y desgastada tela de mis vaqueros. La luz del sol hace resplandecer su cabello rosa y queda atrapada en sus ojos verdes jade.Me empapo de cada pequeño detalle, desde su respiración sosegada hasta el tacto de cada uno de sus dedos en mi nuca. Y de nuevo me descubro a mí mismo sintiendo una mezcla de entusiasmo y euforia y deseando que este momento no acabe jamás... Pero entonces, no sé cómo, percibo otra sensación: una tensión que hormiguea por todo mi cuerpo, una presión familiar en mi ingle. Me aparto de ella inmediatamente, la empujo para alejarla de mí y me acerco a grandes zancadas hasta la radio para apagar la música.
Mi corazón late con fuerza contra mis costillas, me retiro hacia el sofá,
me hago un ovillo y agarro el libro de texto que tengo más cerca y lo coloco
sobre mi regazo. Sakura sigue de pie en el mismo sitio y me mira con
perplejidad.-Volverán en cualquier momento -le digo a modo de explicación. Mi
voz suena angustiada y se me quiebra-. Tengo... tengo que terminar esto.Parece imperturbable, suspira aún sonriendo y se deja caer en el sofá a
mi lado. Su pierna acaricia mi muslo y me aparto violentamente. Necesito
una excusa para abandonar la habitación, pero no puedo pensar con
claridad, mi cabeza es una maraña de emociones e ideas caóticas. Siento
cómo me ruborizo y me quedo sin aliento; mi corazón palpita con tanta
fuerza que tengo miedo de que lo oiga. Necesito alejarme de ella todo lo
que pueda.Presiono el libro contra mis muslos y le pregunto si podría hacerme un poco de café. Ella accede, recoge las dos tazas que hemos usado antes y se va a la cocina.
Justo cuando escucho el sonido de la vajilla en el fregadero, me lanzo
escaleras arriba intentando hacer el menor ruido posible. Me encierro en el baño y me apoyo contra la puerta para asegurarme de que permanece
cerrada. Me quito toda la ropa, casi desgarrándola por la prisa, y, con
cuidado de no mirar la parte inferior de mi cuerpo, me doy una ducha
helada, jadeando por la conmoción. El agua está tan fría que incluso me
duele, pero no me importa: esto es un alivio. Tengo que detener esta...
esta... esta pesadilla.
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Forbidden |Sasusaku| [En curso]
Fanfiction¿Cómo algo tan malo nos podía hacer sentir tan bien? Sakura y Sasuke siempre se han sentido más amigos que hermanos. Ante la incapacidad de cuidarlos de su madre alcohólica y la ausencia de un padre que los abandono los dos jóvenes deben hacerse ca...