Me quedo mirando la nuca de Sasori Akastsuna. Me fijo en la mano morena y dedos romos que tiene apoyados en el pupitre, y la idea de que esos dedos
toquen a Sakura me pone enfermo. No puedo quedarme con los brazos
cruzados, sin hacer nada, viendo cómo mi hermana sale con otro, de la
misma forma que tampoco puedo salir con Ino o con otra chica y fingir
que puedo reemplazar a Sakura.Tengo que encontrarla; por Dios, espero que no sea demasiado tarde. Tengo que decirle que no hay trato. Igual con el tiempo encuentra a alguien con quien quiera estar, y yo seré feliz sabiendo que lo es.
Pero para mí nunca habrá nadie más. La absoluta certeza de esta
verdad me abruma.Las manecillas del reloj que hay encima de la pizarra siguen
moviéndose. La segunda clase está a punto de terminar. No se lo habrá
dicho ya a Ino, ¿no? Supongo que habrá decidido esperar hasta el
recreo. Me encuentro fatal, creo que estoy enfermo. Que yo sea incapaz de
seguir con esta farsa no significa que ella piense lo mismo. Puede que la
idea haya sido mía, pero fue ella quien propuso el intercambio. Tal vez haya replanteado darle una segunda oportunidad a Sasori. Quizá la
agonía de las últimas semanas le ha servido para darse cuenta del alivio que supondría tener una relación normal.Suena el timbre y salgo disparado del pupitre, agarrando la bandolera y
la chaqueta al vuelo, ignorando los gritos del profesor sobre los deberes.
Hay un atasco enorme en la escalera, así que decido bajar por las que hay al
otro extremo del pasillo. Aquí también se ha formado un tapón de alumnos, pero están todos inmóviles.Algo ha hecho que se queden de piedra, apiñados como amebas, volviéndose los unos a los otros y hablándose en tono de urgencia, agitados. Los empujo e intento pasar entre ellos. Una cinta roja colgada de un lado a otro de la escalera me impide el paso. Me agacho para pasar por debajo, pero alguien me retiene agarrándome de un hombro.
—No puedes pasar por ahí —dice una voz—. Ha habido un accidente.
Doy un paso atrás involuntariamente. Vaya, esto es genial
—Se ha caído una chica. La han llevado a la enfermería. Estaba
inconsciente —añade alguien más en tono serio.Miro la cinta, con la tentación de pasar otra vez por debajo.
—¿Quién se ha caído? —pregunta otra voz a mis espaldas.
—Una chica de mi clase. Sakura Uchiha. Lo he visto todo, y no se ha
caído, ha saltado.—¡Eh!
Me cuelo por debajo de la cinta y me precipito escaleras abajo; las
suelas de mis zapatos rechinan sobre el linóleo. La planta baja está llena de
alumnos que quieren salir y todo el mundo se mueve a cámara lenta. Me
abro paso entre la multitud, rozando hombro con hombro a los demás; la
gente me empuja desde todos los ángulos y oigo gritos airados a mi espalda mientras intento pasar a toda costa.
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Forbidden |Sasusaku| [En curso]
Fanfiction¿Cómo algo tan malo nos podía hacer sentir tan bien? Sakura y Sasuke siempre se han sentido más amigos que hermanos. Ante la incapacidad de cuidarlos de su madre alcohólica y la ausencia de un padre que los abandono los dos jóvenes deben hacerse ca...