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— Es mejor que les muestre. No tenemos mucho tiempo. Su ciclo terminará pronto. Y cuando lo haga... Estaremos bien.

Todos emprendieron un largo camino hasta llegar al bosque.

— Los baldíos.

— Aquí es en donde venimos. Después de la pelea con piedras.

— La casa club.

— Tú la construiste, Ben.

— Sí, sí, la escotilla debe de estar por alguna parte.

Jane, a lo lejos, pudo ver el momento que compartieron Bill y Beverly.

Este sintió la mirada de alguien y la encontró en la rubia.

Los dos se quedaron mirando, la chica levantó sus cejas en forma coqueta provocando qué Bill soltara una risa.

Ambos se acercaron y comenzaron a charlar.

— ¿Por qué no aceptaste el papel en la película?

— Iba a ser raro ¿no lo crees? Audra interpretándome y yo interpretando a Beverly. Lo pensé, pero no tenía tiempo. Perdóname —dejó leves golpecitos en su hombro.

— Sí, es solo que, quería verte.

Jane sonrió con tristeza y lo abrazó de lado.

— Yo también te extrañé, Bill.

La caída de Ben provocó que se separaran.

— ¡La encontré! ¡Estoy bien! ¡Bajen!

La rubia bajó después de Beverly,

— Pero ¿qué es esto? ¿Cómo lo hiciste?

—¿Cuándo lo construiste?

— En algunos ratos, creo. Ya estaba la excavación, solo reforcé las paredes y, traje madera para la puerta de arriba y eso fue todo. Está bien para mi primera vez ¿no? —recargó su brazo provocando que una parte del techo cayera.

Todos se sobresaltaron, Jane sonrió, se recargó en la pared al lado de Richie. Tomó su mano y comenzó a jugar con sus dedos. El chico la miró y le guiñó un ojo.

— Ese es un buen detalle, ¿qué pasa si pones la mano en el otro pilar, profesor?

La sonrisa de Jane se borró, dejó caer la mano del de lentes. Richie le dedicó una mirada de extrañeza, la rubia solo entrecerró los ojos y se alejó de él.

— Es justo —Eddie salió de atrás dando palmadas— por eso que existen los códigos de seguridad y los permisos, es una trampa mortal ¿entiendes?

— Aún no está terminado, lo siento Eddie —respondió Ben avergonzado.

— Si me lastimo, tú eres responsable. ¿Y qué es esto? —señaló— ¿Un aparato de tortura?

Jane rodó sus ojos y respondió entre dientes:

— Es una linterna.

— ¿Y eso es para caballos? ¿Cuándo van a bajar? Esto es genial —tomó una raqueta.

— Costó tres dólares, ten cuidado ¿sí?

— Yo tengo uno —comenzó a rebotar la pelota— Stan, ¿ya viste?

Acercó la raqueta a su cara.

— Eddie, ¿podrías no hacerlo?

— ¿Podría no hacer qué? Espera, ¿podría no hacer qué? ¿Podría no hacer qué? ¿Divertirme y celebrar la magia del bottlebol?

Dear God 2 ─── It [Eso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora