CAPITULO 14

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ABIGAIL

Nick cambia de canción por quinta vez en estos cinco minutos, bebe de su café y vuelve a cambiar de canción, por sexta vez.

—Pensé que veníamos a divertirnos, Grimhilde, no ha espiar adolescentes— le quito el celular para que deje de pasar de canción.

—Ya, mi cabeza repite miles de canciones— me mira —¿Cómo me veo?— me pongo las gafas de aumento.

—Tu siempre te ves bien— alcanzo el bolso que está en el asiente de atrás.

—Bien, entonces puedes ir a divertirte, yo entraré a buscar algunos libros de psicología y a estudiar.

—¿Cómo regresarás al hotel?

—Con él— sonrío mientras agarro dos mechones de mi cabello con una pinza.

—Cien dólares a que no sube a una desconocida a su auto.

—Que sean quinientos— sonríe.

Me bajo del auto, cruzo la calle a paso rápido y antes de entrar a la biblioteca tomo un gran respiro, me acomodo la gafas y pongo mi mejor expresión de amabilidad, inocencia e idiotez.

Al entrar miro hacia todos lados, le enseño una identificación a la chica de recepción y me adentro para buscar al chico de ojos azules, al parecer Gal tiene un gusto muy específico.

Alex Bouchard es la versión adolescente de Henry.

Subo las escaleras al no encontrar al chico en el piso de abajo, me paseo por los pasillos, mirando cada estante, cuando termino de recorrer un pasillo, visualizo al chico sentado, anotando algo de un libro de los que lee.

La verdad es que quien lo viera juraría que es el típico fuckboy, mujeriego, popular y que le importa muy poco la escuela, desgraciadamente así tienen clasificados a los que sobrepasan la belleza, si es popular, pude verlo en su Instagram, es capitán del equipo de básquet, pero también es sumamente estudioso.

La verdad si es demasiado bello este chico.

Camino hasta entrar en el pasillo donde el puede verme, finjo estar desorientada, miro el letrero que indica que libros están aquí, luego lo miro de reojo a él, me acerco al estante y me pongo de puntitas para intentar alcanzar un libro.

Muerdo mi labio inferior al estirarme lo más que puedo, un libro casi me cae encima, cuando toca el suelo hace un ruido y como si estuviera apenada, me tapo la boca, miro hacia todos lados, ahora él está mirándome.

Me agacho a recoger el libro y cuando me pongo de pie el ya está a mi lado.

—¿Estás bien?— asiento lentamente.

—Es que trataba de alcanzar un libro, lo siento si te incomodo el ruido, yo...

—No importa, te ayudo, ¿cuál quieres?— sonrío con timidez.

—Ese— apunto un libro que sabrá Dios cuál es.

El lo alcanza con facilidad, me da tiempo de observarlo bien, si que es guapo, me da coraje admitir que es todo mi tipo, al igual que el de la idiota de Gal.

—Psicología...— me lo entrega —¿Estudias psicología?

—Si, estoy por graduarme— acomoda el libro que se me cayó —¿Y tú?, ¿qué estudias?

—Apenas entraré a la universidad a Relaciones internacionales.

—Que interesante, me parece una muy buena carrera, aunque a simple vista no pensaría que estudiarás eso— me mira a los ojos.

—¿Y que pensarías?

—Mmm...arquitectura, creo que todos los arquitectos son guapos— ríe y yo desvío la mirada "apenada" —Lo siento, eh...yo no...mejor voy a estudiar y así.

Peligrosa obsesión | Henry Cavill Donde viven las historias. Descúbrelo ahora