[12] Una mariposa disfrazada de araña

17 4 0
                                    

Algunas clases de mariposas y arañas son buenas camuflándose, lo mismo que las damas de la sociedad que son entrenadas desde jóvenes por institutrices tan astutas como los zorros. En esta vida yo era tal cosa: Una mariposa disfraza de araña. Frágil y débil físicamente, pero de carácter venenoso para demostrarle al mundo que no me dejaría manipular por ningún hombre.

Por mucho que muchas de estas señoras vistieran con elegantes abrigos de piel, joyería ostentosa y sonrieran de la manera más artificial posible, ninguna de ellas podía esconder de su mirada el rechazo cuando paseaba con Kalos durante el festejo. Veían a un chico menudo, sujetando una hermosa correa bañada en oro que estaba ligada a un collar que rodeaba el cuello de la Bestia. Alto, con el cuerpo un poco fuerte, una cara de expresión salvaje y una obediencia inigualable.

Yo hubiera preferido no ponerle tal cosa, e incluso observé que Kalos estuvo decepcionado cuando le expliqué que debía de llevarlo para que la gente no creyera nada raro.

Los rumores se esparcían por el opulento lugar, atestado de telas, blasones con el escudo de la familia, comida de la mejor calidad y música de fondo para crear un ambiente. Yo no era sordo, los escuchaba perfectamente:

"Ese es el nieto de Justo Vivaldi. Escuché que tenía una belleza que eclipsaba hasta a las mujeres, pese a ser joven, pero no sabía si era cierto que había comprado a una bestia como juguete".

"Yo escuché que lo usa como criado, incluso lo ayuda a bañarse porque las criadas de la mansión de su padre susurran que tiene una mala personalidad... como su Bestia".

"¿Criado? A mí me contó La Señora que lo persigue a todos lados, incluso cuando pisa un baño. ¿Creen que alguien lo habrá amenazado de muerte, aun siendo tan joven?"

"Yo escuché de una criada en el territorio de Vanesha que Thanus Vivaldi estaba coleccionando Bestias, ya que no presta atención a las pequeñas damas de su ciudad".

"¿Enserio? Creo que eso es un rumor extraño. Yo he oído que fue un regalo de su futuro esposo, ya que Ace Winter estará muy ocupado siguiendo los pasos de su padre".

Y los rumores seguían y seguían, conforme caminábamos hasta dirigirnos hacia una de las mesas, llenaba un plato sin parecer necesitado de alimento, y finalmente nos alejábamos hasta un rincón tranquilo. Me podían ver sentado con seguridad en mi postura, alimentando al lobo que estaba arrodillado al lado de la silla sin siquiera prestar atención a nadie.

Podría intentar disipar algunos rumores, pero era lo malo cuando una rata mordía a alguien y transmitía su rabia a otras personas. No se podían detener, sólo dar una imagen y mantenerla como lo haría una pintura.

Por desgracia, los rumores no fueron mi único problema. Hijos e hijas de nobles, como también de altos cargos en los ejércitos, se me acercaban con ganas de saciar su morbo. Kalos ya fue advertido que no podía gruñir salvo si yo lo ordenaba, pero sí les dedicaba intensas miradas que asustaban fácilmente a las mujeres, pero no a los hombres que parecían demasiado seguros.

—¿Le gustaría bailar conmigo?

—Denegaré su ofrecimiento, ya que tengo un lobo que amaestrar.

—¿Desea tener una charla amena?

—Puede hacerlo aquí, pero no me moveré sin mi cachorro.

—¿No cree que es peligroso haber traído a una Bestia?

—Más peligroso sería permitir que hombres como usted, sabiendo que estoy comprometido, tenga intenciones tan ocultas.

A los hombres tenías que abofetearles esa mano que tendían para saborear un poco el premio de obtener mi atención. Y a los que intentaban ser groseros con Kalos, escupirle veneno de una manera elegante.

Cuatro de corazones  [COMPLETADO en INKITT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora