Big Mom

81 10 0
                                    




A todos nos habían dado una identidad diferente a la que estábamos acostumbrados, y a todos les habían dado  tareas por así decirlo que se llevarían a cabo durante el tiempo que estuviéramos ahí y se formara el ejército que estaba aún a favor de Oden.

Yo estaba con Nami, Chopper y Shinobu aprendiendo a ser Kunoichi, ella nos estaba enseñando todo sobre cómo serlo, el entrenamiento era diario y de igual manera podía aumentar la capacidad en la que manipulaba el poder de mi fruta del diablo.

—_______-Swan pero que linda coincidencia encontrarte aquí, traje esto para que tengas un mejor entrenamiento y claro también hay para ti cisne Nami— escuché con atención la voz de Sanji quien había llevado algo de fruta en una canasta, acercándola a ambas, pero de la nada Nami ya lo había golpeado mientras yo me quedaba con la canasta en las manos.

—Como si no supieras que estamos aquí, diario haces lo mismo— le replicó Nami y Chopper le siguió —Si Sanji, sabemos que vienes a ver a ______ no tienes por qué inventar cosas— voltee a ver a Chopper y él solo se encogió de hombros para ir con Shinobu quien le estaba enseñando una técnica a la cual Nami se unió, yo solo pude ir con Sanji agachándome pues él estaba sentado sobando su cabeza por el golpe.

—Gracias Sanji, eres muy amable— le dije con una sonrisa y aquello era cierto, siempre él había sido amable conmigo, cuidando y protegiéndome, pero también lo hacía con cualquier mujer que conociera así que no me sentía tan especial, pero le agradecía todo lo que hacía que sin pensarlo realmente me acerqué a él y dejé un beso en su mejilla, que al momento me separé pues sentí una pesada mirada, que voltee y estaba ahí, Zoro que solo paso por de lado sin siquiera saludarnos a pesar de no habernos visto en días.

—¿Zoro te perdiste?— escuché la voz de Chopper preguntarle, por lo que el peliverde solo negó y siguió su camino.

Por mi parte me dispuse a sentarme a un lado de Sanji tomando una manzana de la canasta y darle una mordida, le ofrecí a Sanji y él la tomó, dándole una mordida también mientras veíamos entrenar a Nami y Chopper.

Todo estaba en calma hasta que un grito nos despertó de aquella tranquilidad que rápidamente nos pusimos de pie, era la voz de Tama no podíamos dudarlo por lo cual todos corrimos hacia aquella dirección, Zoro ya estaba ahí, era raro pues él nunca podía seguir bien las direcciones, pronto Sanji llegó al igual que Chopper Nami y Shinobu.

Nami y Chopper estaban aterrorizados al igual que Tama quien se encontraba en el piso, busque que lo ocasionaba y la vi, era ella, que mi corazón comenzó a latir con fuerza que por inercia me fui para atrás, cayendo en el piso, por lo que la mirada de Sanji y Zoro fueron a mi.

Big Mom se encontraba frente a nosotros la respiración me empezó a faltar, que mi pecho inhalaba y exhalaba con fuerza, Zoro no preguntó nada solo sostuvo mi hombro, por la plática que tuvimos cuando llegamos a Wano el podría entender lo que pasaba aunque no en su totalidad.

Sanji volteó a ver a Zoro y el cocinero se  levantó poniéndose frente a mí ocultándome de la vista de Big Mom.

—Tama ven aquí—

Apenas y pudo pronunciar Nami, por lo que Tama se puso de pie como pudo y corrió hasta donde Nami se encontraba, yo no podía ver que más pasaba, pero en mi cabeza solo podía imaginar lo que estaría por pasar, no quería que lastimara a mis compañeros por lo que trataba de tranquilizarme, no podía tenerle miedo, no ahora.

—¡Mama mama! — exclamó big Mom seguido de una risa, pero pasó lo que menos me esperaría de ella.

—Que bonita estás ¿cómo te llamas?— preguntó y todos nos quedamos sorprendidos, al igual que mi respiración se estaba tranquilizando, era lógico que se dirigía a Tama por lo que ella se encaminó a Big Mom —No Tama— murmuré y sentí sus ojos mirándome, trataba de reconocerme lo sé, pero... ¿cómo? ¿Cómo era posible que no supiera quién soy?

The Perfect Dose  || Zoro, Sanji y tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora