The Perfect Dose || Zoro, Sanji y tú ||

Wano

Se habia dispuesto a entrenar día y noche para poder controlar de mejor manera su poder, casi no descansaba que su cuerpo comenzó a cambiar, se definía más, pero también ojeras comenzaron a salir, pues se estaba esforzando de más, a pesar de comer todo lo que Sanji le daba para una buena alimentación, ella aún así gastaba hasta lo último que tenía de energía.

— Debes de dejar de hacer eso— escuchó la voz del peliverde quien había salido en la madrugada para hacer su turno, desde que había pasado el incidente de la antigua isla, ella no había cruzado palabra con el, por el comentario que el había echo y también se dejó influenciar un poco por Sanji, ella solo le dedicó una mirada y siguió con su entrenamiento, el cual era poner a flotar una especie de tarima que le había ayudado a armar Franky, con la cual ella se subiría y podría volar junto con ella gracias a su poder.

Ya había mejorado mucho en controlar su poder, aunque aún no lo podía mantener por tanto tiempo, así que lo que estaba haciendo la hacía flotar por mucho arriba de un metro y se caía, hasta que subió un poco más, durando más tiempo en el aire, una sonrisa se formó en su rostro, pero así como si de un interruptor se tratara, de la nada cayó, de una mala manera, Zoro quien se encontraba cerca fue a su auxilio ayudándola, pero ella negó su ayuda soltando el pequeño agarre y se puso de pie.

—No necesito de tu ayuda— le hablo por fin al peliverde, sacudía su ropa e iba de nuevo por la tarima para regresar hasta el frente del barco, donde se encontraba entrenando

Zoro le quitó la tarima, la cual pudo cargar fácilmente, a comparación de ella que la arrastraba, en lugar de cargar.

—Que dejes de hacer eso— le reclamó Zoro mientras tenía aún el la tarima en su poder, ella se abalanzaba a él, para tratar de quitársela, cosa que no podía hacer, pues fácilmente la detenía.

—Dame la tarima — le dijo lo más fríamente posible y él solo negó clavándole la mirada — ¿Cuál es tu problema? Cuando estás entrenando yo no voy y te quito las cosas para que dejes de hacerlo— le reclamó, pero él seguía sin entregarle la tarima.

—Deja de hacerte daño, no te das cuenta que todos estamos preocupados, Franky no quería ayudarte a hacer esto, lo hizo por la insistencia que pusiste — le soltó Zoro de golpe, ella se quedó callada por un momento, pero en su cabeza solo pasaban las palabras que el peliverde le había dicho, al haber sido solo un estorbo en la última isla que estuvieron.

— te creo que estén preocupados pero... ¿tú? Por ti sería mejor que me mataran y dejar de ser un estorbo— le soltó ahora ella mientras se pasaba por detrás de él y tomaba la tarima del otro extremo, jalándola para intentar quitársela, aunque él con facilidad impedía que eso pasara.

— Eres una de nosotros, claro que me preocupa, hasta tu estúpido novio me preocupa aveces — rodo los ojos al escuchar que de nuevo llamó a Sanji su "novio"

— Zoro por favor, sé perfectamente que no me toleras, solo dame la maldita tarima y me iré al otro extremo del barco, no te molestaré y si caego al mal, te haré un favor—

Puso gravedad sobre el, pues ya podía controlar mejor aquella acción, jaló la tarima pero él no la soltaba, puso más de su poder sobre el, haciendo ahora que él cayera con ambas rodillas al piso —Suéltala— le decía para que le entregara la tarima, pero él se negaba, el jalo la tarima atrayendo el cuerpo de ella haciendo que la soltara y tomó su muñeca —Que haces suéltame—

Dejó de poner gravedad sobre él y se puso de pie —Has mejorado mucho— le afirmo, ella solo tragó saliva para no sonreír, pero al momento se jalo, pero era inútil, el agarre era mucho más fuerte que ella.

—Suéltame— le repitió sin dejar de tratar soltarse —Entiende que debes de dejar de hacer eso, te vas a dañar a ti solamente—

Ella negó ante lo que él decía —Tengo que protegerlos, ¿no fue lo que dijiste aquella vez? No debo de ser un estorbo y correr a que Sanji, tú o cualquier otro me defienda—