Capítulo 18

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Quise escribirles un maratón, pero el lunes entro a estudiar y se me ha hecho difícil escribir rápido, por eso decidí que era mejor traerles un capítulo hoy y mañana publicar otro. espero lo disfruten...

Oliver Davis

A lo largo de mis años mis padres me han enseñado a respetar a una mujer y aunque no niego mi pasado y mis andanzas de mujeriego debo aclarar que siempre fue bajo el consentimiento de la otra parte, desde el inicio en cada uno de mis encuentros dejaba claras las reglas, si la otra persona estaba de acuerdo y aceptaba seguíamos adelante, si por el contrario buscaban algo que fuera más allá debía negarme alejándome de la situación. Es por esto que me molesta ver hombres siendo unos completos imbéciles y jugando con las demás personas, no logro entender esa necesidad de engañar a tu pareja ni de querer justificarse inventando excusas baratas; ver al ex de Emma en esa posición hizo hervir mi sangre en rabia desmedida, sin embargo, por el bienestar de Emma me obligue a controlarme y no hacer una escena frente a ella, afortunadamente mi chica fuerte e inteligente logro controlar la situación dándose el lugar que merece dejándole claro que ahora se encuentra fuera de su alcance.

Otra cosa que debo decir es que la confianza y la paciencia no son dos de mis grandes cualidades, soy una persona bastante desconfiada por eso es que a pesar de tener que relacionarme con tantas personas mi circulo social se resume en mis padres, Liam, quien, aunque a veces no lo soporto es mi único amigo y ahora mi novia, eso incluye un poco su familia y su mejor amiga. Por otro lado, ser paciente nunca ha sido un rasgo de mi personalidad, odio que me hagan esperar, odio estar a la expectativa y odio a las personas que juegan con la poca paciencia que tengo y por esta razón la actitud revoltosa y vengativa de Alan me exaspero un poco, aunque claro frente a Emma me demostré sereno evitando que la situación la inquietara más.

Sin embargo, admito que no deja tranquilo sus últimas palabras y aunque trate de convencer a Emma de que no le diera mucha atención, estoy seguro que yo mismo me encargare de que Alan este lejos de nosotros sin tomar ninguna represalia, pues me genera mucha desconfianza y no soy lo suficientemente paciente para esperar que acciones pueda tomar en nuestra contra, en especial en contra de Emma, no soportaría que le pasara algo o verla sufrir.

-Estas muy callada, dime que te preocupa.

-Dijiste que no le diera vueltas al asunto, pero no puedo evitarlo, nunca había visto a Alan en esa actitud y me preocupa lo desconocido.

-Te entiendo mi amor, pero te aseguro que yo no permitiré que pase nada, averiguaremos que es lo que quiere y no dejaremos que haga nada.

-Me prometes que te cuidaras – dice mientras paro en un semáforo y al voltearla a ver logro ver su rostro preocupado y odio verla así.

-Todo estará bien, te lo prometo.

-Podríamos hacer algo diferente, quiero distraerme un poco.

-Dime lo que quieres hacer y lo haremos, estoy para cumplir tus deseos.

-Tengo una gran idea – dice emocionada, sonriendo mostrándome esa ilusión en sus ojos, estoy dispuesto a hacer lo que ella desee con tal de ver esa sonrisa todo el tiempo.

***

Quien me viera en este momento, estoy seguro que no creería ver este escenario, yo sentado en medio de Central Park junto a mi chica sobre un gran mantel de cuadros rojo con una canasta llena de comida y una botella de vino y la cereza del pastel es que Emma tuvo la grandiosa idea de querer hacer cuadros, así que antes de venir aquí estuvimos en una tienda de arte comprando todos los implementos necesarios para pintar y acá estamos mientras yo intento hacer un edificio fallando en el intento, Emma pinta un lindo jardín y confirmo plenamente que mi chica es muy talentosa y muy buena en todo lo que hace.

Un amor de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora