10: Pequeñas distracciones

364 47 13
                                    

OMNISCIENTE:

— ¿Me estas siguiendo? — Pregunto Zoe con abrazando sus rodillas, mirando como Julián salía de la casa atrás suyo. Sus ojos brillaban cuando lo miraba y Julián pensaba que era por la luz de la luna.

Que equivocado estaba...

— Puede ser... — Respondió él sentándose al lado suyo, manteniendo un poco de distancia. — Es que tenes algo que me tiene atrás tuyo... ¿Qué será, no?

— Cordobés chamuyero. — Se rió ella negando y se quedo en silencio, respirando aire fresco, mirando las estrellas.

Julián quería hacer lo mismo, poder relajarse con la noche... Pero no podía si estaba Zoe al lado suyo, su atención siempre iba a ella. Le gustaba mas que cualquier estrella o luna, que cualquier otra cosa.

— ¿Por que me miras tanto? — Susurro ella, sentía la mirada del jugador y no sabia como sentirse. Bueno, nerviosa ya estaba, hace rato.

— Lo linda que sos.

— Cállate mentiroso.

— No te miento... — Murmuro. — ¿Te dije que estas hermosa?

— Hoy en el pelotero. — Se rió ella, recordando el momento con un poco de ternura y recién ahí lo miro también.

— Bueno te lo digo de nuevo, sos hermosa, ¿Te dije también que me encanta tu pelo?

— Lo pude suponer sola... ¿Por que me haces esto? — Pregunto ella estirando una de sus piernas por el banco sin tocar a Julián, mientras que lo veía con una sonrisa que el jugador no pudo descifrarla, solo sabia que le gustaba como le gustaba todo de ella.

— ¿Qué cosa? — Y sutilmente se acerco mas a su cuerpo, levantando la pierna de la chica y dejándola por encima de sus piernas. Mirandola sin vergüenza levanto la tela de su pantalón y comenzó a dejar caricias en su pierna. Como había extrañado acariciar su piel, sentirla...

Con cada caricia Zoe sentía cosquilleo en todo el cuerpo, las manos de Julian iban y venían, se sentía tan reconfortante...

— Esto. — Susurro. — Me decís cosas hermosas, pero después vas a volver a tu casa de nuevo, con tu novia, a tu vida, dejandome otra vez con todo esto que siento.

— Y yo quisiera tanto estar con vos... Perdoname, pero no puedo evitar decirte todo eso, reaccionar de otra forma que no sea estar pegado a vos. Me atraes, me encantas Zoe. — Respondio sincero, mientras que sus caricias subían hasta los muslos de la chica. Para su suerte ella tenia un pantalón bastante suelto, que le permitía ese acceso.

— ¿Por que primero no la dejas a tu novia? Y despues venis a tratar de conquistarme de nuevo. — Dijo tratando de disimular la electricidad que sentia en su cuerpo por culpa de las manos descaradas de su ex, que apretaba su muslo suavemente.

De nuevo...

— ¿Vos me darias otra oportunidad? — Susurro sintiendo como su mano llegaba a la ropa interior de Zoe, sentía esa necesidad de tocarla... Y así lo hizo de forma leve, jugando con la única prenda que impedia que su mano llegue de forma directa a su intimidad.

La rubia tiro la cabeza hacia atras, queriendo matarse por las ganas que sentia de que la toque con mas intensidad.

Pero como una reina lo miro de nuevo, disimulando bastante bien que no sentia nada. Lastima que Julián la conocia a la perfección cuando queria, veia el deseo en sus ojos.

— El que no arriesga no gana Ju, vos podes ganar o perder dependiendo lo que estes buscando. — Tenían suerte de que nadie los este mirando, aunque a simple vista no se notaba lo que estaba pasando, solo ellos dos charlando y nada mas.

Lo mejor del Amor - Julián Álvarez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora