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Algo hice bueno para que me bendigan con estas vistas...
Mire incredula a Julián cuando dijo eso, él estaba saliendo de la casa con una remera blanca y maya negra. Mientras que yo estaba tomando sol en una reposera con un bikini blanco boca abajo.
— Que desubicado sos... — Y recoste de nuevo la cabeza en la reposera, sintiendo como los rayos de sol golpeaban mi cuerpo.
Aca todavia hacia un re calor, en cambio en Inglaterra estaba mas helado que culo de pingüino.
Mucho no me duro esa posición porque vi como se sacaba la remera y la dejaba tirada por ahi, para caminar a la pileta.
Disimulada me di vuelta boca arriba y me puse unos lentes de sol para admirar esas vistas.
Me parece que la bendecida fui yo.
Que linda espalda, que lindos hombros, que lindos biceps, que lindos lunares.... ¿y esas piernas? Ni hablar.
— Ya se que me estas mirando eh. — Se rio dandose vuelta, y por dios... Me aguante un suspiro cuando vi esos cuadraditos tan marcados, ese pecho con esa marca en uno de sus hombros. Me suspira la cajeta chicas. — Y después el desubicado soy yo...
— ¿Esta prohibido mirar acaso? — Arquee una de mis cejas sacandome los lentes de sol, y él se encogió de hombros.
— Mirame todo lo que quieras... También podes tocar. — Me guiño un ojo, me mordi el labio inferior para evitar decir una guarangada.
Menos mal Julian Álvarez es timido.
— ¿Ah si? — Fue lo unico que salio de mi boca.
— Obvio rubia. — Y procedio a tirarse de una a la piscina.
Suspire recostando mi cabeza en el lugar otra vez pensando que él se iba a quedar más tiempo en el agua. Pero me equivocaba, porque apenas entro salio, con gotitas en el cuerpo y el pelo mojado.
Este me lo hace apropósito, es lindo y lo sabe, lo aprovecha.
— ¿Cuando te vas? — Pregunto quedando parado al lado mio, observandome. Yo tenia los ojos cerrados, asi que no pude ver si me estaba mirando o no, pero seguramente si.
Ahre tenia el ego super alto.
— Mañana al mediodía. — Respondi suspirando. — A la una me tengo que ir yendo al aeropuerto.
