Capitulo 14: Una noche en casa

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Empezaron a caminar por el túnel, pero sentían que estaban dando vueltas en círculos. Algo que había sido un camino corto se había convertido en algo interminable, parecía un laberinto. Bellatrix resopló frustrada. "Estamos dando vueltas en círculo. Estamos atrapados en un reel de magia que no nos permite encontrar la salida."; Hermione y Ice se miraron con caras de cansancio y frustración. Harry sugirió, "Paremos un momento. Vamos a descansar para poder decidir qué hacer."

La pequeña Hope había quedado dormida en los brazos de Bellatrix. Hermione se acercó a ellas y tomó a la niña de los brazos de Bella para ayudarla. Cuando lo hizo, sintió que un aura multicolor salía de ellas tres en dirección a lo que evidentemente era la salida de aquella cueva, algo que dejó a todos con la boca abierta.

"¡¿Vieron  eso?!" preguntó Ice, mirando el resplandor con asombro. Bellatrix y Hermione, sorprendidas, asintieron. "Creo que... hemos encontrado la salida," dijo Hermione, aún maravillada por el fenómeno. El aura parecía estar guiándolos, iluminando el camino en la oscuridad del túnel. Era como si la combinación de sus magias, unidas por el lazo con la pequeña Hope, hubiera activado algún tipo de respuesta mágica que rompía el encantamiento del laberinto.

Harry se acercó, observando la luz con una mezcla de alivio y asombro. "Parece que Hope tiene más poder del que pensamos y esta muy unida a la de Uds."

Bellatrix, sosteniendo la mano de Hermione con una mezcla de firmeza y cariño avanzo junto a todos a lo que parecía ser la salida. El grupo siguió el rastro del aura, avanzando con cautela pero con renovada esperanza. Cada paso que daban parecía deshacer el laberinto, y la salida se hacía cada vez más clara. La cueva, que antes parecía opresiva y sin fin, ahora parecía ceder ante su determinación y poder combinado. Finalmente, llegaron a la entrada del túnel, la luz del día comenzando a filtrarse. Al salir, sintieron una oleada de alivio y triunfo. Habían superado el primer gran obstáculo y tenían información  para su lucha , ya sabían quien era el misterioso que estaba detrás de los ataques y ya sabían donde buscar información sobre su nueva enemiga,  Morgause Black.

Hermione, todavía sosteniendo a la pequeña Hope, se volvió hacia el grupo. "Esto es solo el comienzo. Debemos mantenernos juntos., y no dejar que una bruja que debería estar muerta nos robe nuestro futuro";  Bellatrix miró a Hermione y luego a Hope, sintiendo una profunda conexión con ambas. "Sí, y no dejaremos que nadie nos detenga.".

Con el sol brillando sobre ellos, el grupo se preparó para el próximo paso en su misión, dieron aviso al resto del grupo que se reunirían en el Ministerio y mientras esta noche todos irían a casa con sus familias y a descansar de este viaje. Sabían que la batalla contra Morgause sería larga y difícil, pero estaban listos para enfrentarlo todo juntos, con la esperanza y la fuerza de su lado.

Harry extrañaba a su pequeña Lily, quien le recordaba mucho a la pequeña Hope. Al llegar a casa, Harry abrazó a Luna y a su hija, disfrutando de la calidez de su hogar. Lily corrió hacia él con los brazos abiertos, y Harry la levantó, besando su mejilla. Luna sonrió, feliz de tener a su familia reunida.

Bellatrix y Hermione llevaron a Hope a su casa. La niña enloqueció de felicidad al ver el jardín de rosas azules, corriendo y riendo mientras jugaba con las hadas que revoloteaban entre las flores. Bellatrix y Hermione observaban con sonrisas en sus rostros, sintiendo una paz momentánea en medio del caos que los rodeaba. "No quiere dejar de jugar," comentó Bellatrix, riendo suavemente. Hermione asintió. "Es como si hubiera encontrado un pequeño paraíso aquí." Finalmente, Hermione logró sobornar a Hope con un pedazo de pastel de chocolate para que entrara en la casa. La pequeña, con ojos brillantes y llenos de asombro, miraba maravillada cada rincón del lugar sin decidir a dónde quería ir primero a inspeccionar.

Bellatrix se arrodilló frente a Hope y le acarició el cabello. "Bienvenida a casa, pequeña. Puedes explorar todo lo que quieras."; Hope sonrió ampliamente y corrió a investigar cada habitación, tocando y observando cada detalle con una curiosidad infantil encantadora. Hermione se acercó a Bellatrix, tomando su mano mientras seguían a la pequeña. "Creo que se está adaptando bien. Es increíble cómo ha encontrado alegría incluso en medio de todo esto."

Las tres pasaron el resto del día disfrutando de la tranquilidad del hogar. Hope exploraba y jugaba, mientras Bellatrix y Hermione la seguían con sonrisas y risas, sintiendo por un momento la calma y la esperanza que tanto necesitaban. La noche llegó, y la pequeña Hope no quería despegarse de ella, "Es hora de dormir cariño, te leeré un cuento para que descanses" le decía Hermione a la pequeña, la cual no quería que la dejaran sola, Bella la tomo en sus brazos "¿Quieres que nos quedemos contigo?" asintió fuertemente con su cabecita y metía un dedito en su boca, Bella se metió con ella en la cama, la pequeña levanto la mirada hacia Hermione y le indico con la mano el otro lado de la cama, "Mimi qui" , Hermione no podía negarse a nada que esos hermosos ojos le pidieran, así que entro a la cama con ellas y la pequeña esta vez se acomodo en su pecho mientras ella le leía un cuento, mientras Hope dormía tranquilamente en una cama acogedora, Bellatrix y Hermione se abrazaron, mirando a la niña con ternura. Bellatrix se inclino sobre la niña, besando suavemente a su esposa susurrando un. "Te amo." Con sus corazones enternecidos por la pequeña Hope, se acostaron, sabiendo que, aunque la batalla contra Morgause sería larga y difícil, la esperanza y la fuerza que compartían les darían el valor para enfrentarlo todo.

Mientras Bellatrix, Hermione y Hope disfrutaban de su tiempo en casa, en otro rincón del mundo mágico, Neville caminaba con paso pesado hacia la casa de su novia, Diane. La preocupación y la angustia eran palpables en su rostro mientras recordaba los momentos felices que habían compartido juntos. Sentía un vacío en su pecho, una opresión que no lo dejaba respirar con tranquilidad. Ginny, siempre perceptiva y leal, había decidido acompañar a Neville. Sabía que su amigo necesitaría compañía en estos momentos tan difíciles. Caminaba a su lado, ofreciéndole su apoyo sin necesidad de palabras. A veces, la mera presencia de un amigo era suficiente para aliviar el peso de la angustia.

Al llegar a la casa de Diane, Neville se detuvo en la puerta, tomando una respiración profunda. Ginny le puso una mano en el hombro, brindándole fuerzas. "Neville, sé que esto es difícil. Pero no estás solo en esto. Encontraremos a Diane y la traeremos de vuelta."; Neville asintió, agradecido por la presencia de Ginny. "Gracias, Ginny. No sé qué haría sin ti. Esta incertidumbre me está matando."; Entraron a la casa, que estaba llena de recuerdos de Diane. Neville se dejó caer en el sofá, cerrando los ojos y tratando de mantener la esperanza viva. Ginny se sentó a su lado, tomando su mano. "Vamos a superarlo, Neville. Diane es fuerte, y tú también lo eres. No dejaremos que esta oscuridad nos venza." Neville asintió, apretando la mano de Ginny. "Sé que tienes razón. Solo... es tan difícil no saber dónde está, si está bien."; Ginny le ofreció una sonrisa alentadora. "La encontraremos, Neville. Tienes que creer en eso. Y mientras tanto, estoy aquí contigo. No estás solo."

Pasaron el resto de la noche hablando, recordando momentos felices y haciendo planes para el futuro. Neville encontró un poco de consuelo en la compañía de Ginny, en su apoyo incondicional. Sabía que la batalla sería dura, pero con amigos como Ginny a su lado, sentía que podría soportar cualquier cosa.




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Las Sobras del Pasado (2da parte de Un Vinculo Inesperado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora