Las Sobras del Pasado (2da parte de Un Vinculo Inesperado)

Capitulo 16: Tortura

En algún lugar entre Londres e Irlanda, una lúgubre y fría caverna servía como escenario para el tormento de Diane. Encadenada a una pared húmeda y oscura, Diane apenas podía reconocer su propio reflejo en los charcos de agua estancada. Su cuerpo estaba cubierto de heridas y moretones, marcas de las crueles torturas que había soportado durante días. Morgause Black, con su aura de oscuridad palpable, la miraba con ojos llenos de odio y decepción.

"¿Cómo es posible que una criatura tan débil sea capaz de contener un poder tan vasto?" preguntó Morgause, su voz helada resonando en la caverna. Diane, apenas consciente, apenas pudo levantar la cabeza para mirarla. "Vamos, Diane. Dime la fórmula para crear el híbrido. Sabes que no puedes resistir para siempre. Puedo seguir haciéndote daño, puedo desmembrarte pedazo a pedazo, pero sabes que al final me dirás lo que necesito saber, nadie vendrá por ti, todos están ocupados en su mundo, y el tonto de tu novio jamás podría llegar hasta aquí, es un inútil" dijo Morgause con una sonrisa siniestra, sus ojos brillando con una crueldad inhumana.

Diane tosió, una mezcla de sangre y saliva goteando de sus labios. "Nunca... te lo diré," susurró con voz quebrada. "Nunca te daré el poder para destruir todos los vínculos de magia. No puedes ganar."

Morgause rio, un sonido frío y cruel. "¿Es eso lo que piensas? Puedo hacer esto todo el tiempo que sea necesario. He esperado años para este momento. ¿De verdad crees que puedes resistirme?" Levantó su varita y lanzó otro Cruciatus a Diane, haciendo que su cuerpo se arqueara en una agonía indescriptible.

Después de unos minutos de gritos desgarradores, Morgause bajó la varita, dejando que Diane cayera exhausta y temblorosa. "Bellatrix siempre fue la más prometedora de nosotros," comenzó Morgause, caminando lentamente alrededor de Diane. "La más cruel, la más devota a la causa de la pureza de la sangre. Y ahora, la veo traicionando todo en lo que creíamos. Casada con una sangre sucia y viviendo en el barro."

Diane jadeó, tratando de recuperar el aliento. "Bellatrix... no es... como tú. Ella cambió, ella conocio el poder mas grande que existe en el mundo, algo que tu no vas a conocer nunca, porque nunca abra alguien que sea capaz de amar un monstruo como tu."

Morgause se detuvo frente a Diane, su rostro deformado por una mezcla de furia y desprecio. "¡Cambió! ¡Sí, claro que cambió! Se volvió débil, sentimental. El amor la debilitó. La Bellatrix que yo conocí nunca habría caído tan bajo. La amé, ¿sabes? Más de lo que cualquiera hubiera podido imaginar, siempre la cuide desde las sombras, siempre creí que ella y yo reinaríamos, mis planes eran que una vez que Voldemort tuviera el poder yo saldría de la oscuridad y lo reclamaría para los sangre pura, ese calvo era un simple y mugroso mestizo, pero servía para hacer el trabajo sucio, y el muy imbécil se dejo vencer Por el poder del amor (pronuncio ridiculizando estas ultimas palabras). Y ella... ella me defraudó. Me traicionó, traiciono a su familia, traiciono a su linaje, per una vez que tenga lo que quiero de ti, ella y su mugrosa lo van a pagar."

Diane levantó la vista, sus ojos llenos de dolor pero también de una determinación inquebrantable. "Ella... encontró algo más grande que tu odio. Algo que tú nunca entenderás, eso que dices que la amate, si fuera cierto la dejarías ser feliz, no estaríamos aquí si en verdad amaras a tu sobrina."

Morgause la abofeteó con furia, sus ojos chispeando con una ira incontrolable. "¡El amor es para los débiles! Y tú, pequeña inútil, pagarás el precio por su traición."

Levantó su varita nuevamente, y esta vez conjuró un hechizo antiguo y oscuro, uno que parecía chupar la vida de Diane. El dolor fue indescriptible, más allá de lo físico, un tormento que atacaba su alma misma.