Nine.

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Llegó listo para cualquier cosa, no importa lo que le pusieran enfrente, lo haría cenizas.

Lleno de espíritu explosivo, Katsuki Bakugo irradiaba energía destructiva más que cualquier otro día, había Sido el primero en ponerse su traje y llegar al campo de entrenamiento, pisoteando fuertemente sobre el pavimento, el calor de su cuerpo que habia estado manifestando pasó a segundo plano, pues ahora era reemplazar por la llama de la pasión, en serio habia extrañado reventar las estupidas caras de los idiotas que tenía por compañeros.

En cuanto empezaron a llegar todos y el campo estaba siendo preparado, se emociono aún más, ya que nunca empezaban si no estaban todos presentes.
Giró para poder encontrar a Kirishima y hacer su equipo de siempre, este le había dicho que se adelantará, pues tenía que arreglar algo de su traje con Aizawa.

En cuanto sus ojos lo enfocaron, de nuevo pasó, no había visto a Kirishima en su traje de héroe desde hacia ya tiempo, por lo cual no le sorprendió la reacción de su cuerpo al divisarlo nuevamente.

Ese armamento pesado en sus hombros, el torso desnudo y de nuevo estás estupidas mangas, el pantalón cargo con el cinturón que enmarcaba su cadera afilada, junto con esas botas que por un momento deseó que lo pisaran y esa maldita máscara de metal, que pasaba por su perfecta nariz recta hasta su mentón, un poco tapada por su cabello suelto.
Empezó a liberar feromonas, pero desgraciadamente no hubo quien lo notará, pues apenas iban saliendo  se removió un poco en su lugar al sentir cosquillas, demasiado abajo para ser cosquillas para que posteriormente, Kirishima le diera un pequeño abrazo, pues sus trajes no les permitian el contacto con tanta facilidad.

- ¿Estás listo, Kats? - sonrió el pelirrojo, una sonrisa que le encantaba, cuando se veía decidido, con ese brillo desafiante en sus ojos, su ceño fruncido y una sonrisa de lado, grsnde y mostrando sus dientes puntiagudos.

Una punzada se sacudió dentro de Bakugo y sonrió de igual forma, acercando a Eijirou jalando la tira de tela que pasaba por su pecho, chocando sus frentes, riendo bajo.

- Nací listo, Shima.

Una fuerte patada seguido de una explosión dejo a los robots de entrenamiento destrozados. Toda la clase 2-A veían impresionados las pantallas, eran de ese tipo de entrenamiento dónde analizaban los movimientos de sus compañeros para organizar métodos defensivos ante ellos.

Los movimientos de Kirishima eran duros, fuertes y precisos, ideales en el combate cuerpo a cuerpo, su Quirks, aparte de endurecer su piel, aumentaba su fuerza, con lo cual, con un solo puñetazo atravesaba el metal, detenía golpes e inmovilizada a su objetivo, servía como escudo y protección, un poder sumamente defensivo, aparte de que su segundo genero hacia que su eficacia creciera, con su cuerpo grande y robusto.

Desde atrás de su espalda, saltando hacia el frente, pisandolo para impulsarse, un feroz alfa rubio salió con explosiones desde sus manos, Bakugo Katsuki, el mejor estudiante para héroe del curso.
Volaba de un lado para el otro, gritando ante cada ataque que hacía. Ese poder, que a pesar de verse desatrozo y descontrolado, era sumamente meticuloso, exacto y sin margen de error, además de sus ataques a larga distancia, estaba trabajando mucho en ataques con las piernas, las cuales hasta dolian al verlas, pues la fuerza que le daban sus explosiones llegaban con una fierza ridículamente grande.

Los robots se empezaban a acumular al rededor, con una mirada fugaz, Kirishima puso un brazo firme ante el alfa, quien no dudo en impulsarse nuevamente hacia arriba, activó totalmente su endurecimiento, levantando ambos brazos con los pues hacia arriba, el cenizo desde los cielos, cayo en picada, soltando todo su sudor acumulado en su traje y chocando su palma contra la de Eijirou.

𝙰𝙻𝙿𝙷𝙰. (ᴋɪʀɪʙᴀᴋᴜ ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ ᴀᴜ!¡)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora