Capítulo 10

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Heriberto se encontraba sentado en la cama. No era hombre de mentir y no le gustaba para nada la situación porque nunca se le hubiese cruzado por la mente serle infiel a su esposa. Pero con Victoria comenzaba a sentir algo que no podía describir con palabras. Le gustaba demasiado. Le atraía su personalidad, le encantaba pasar el tiempo con ella y ni hablar lo que disfrutaba en la cama. Sin embargo, no podía negar que le preocupaba cómo estaba su esposa y ahora que sabía de su engaño, cómo reaccionaria si él le confesase la verdad.

Úrsula había salido del baño y se coloco la pijama para luego sentarse a su lado.

- ¿Te... enamoraste? - pregunto con miedo a su respuesta mientras apretaba con fuerzas el dobladillo de su ropa.

Ríos suspiró mientras miraba un punto fijo hacia el frente.

- No lo sé.

Úrsula pestañeo rápido porque se le habían llenado los ojos de lágrimas nuevamente y se seco rápidamente con las manos

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Úrsula pestañeo rápido porque se le habían llenado los ojos de lágrimas nuevamente y se seco rápidamente con las manos.

- No busqué que pasara. Simplemente sucedió. - agrego su esposo y al fin la miró a los ojos.

- No voy a pedirte explicaciones de nada. Ni quien es, ni dónde la conociste.

Él la miro ahora confundido.

- Hagamos de cuenta que nunca sucedió. Yo...yo también tuve la culpa porque te descuide mucho tiempo.

- No, no digas eso.

- Si, si Heriberto, es la verdad. Yo fui la que te arroje a los brazos de otra mujer pero mira ...no importa, sabes. Podemos enfrentar esto juntos. Todas las parejas tienen problemas.

- Úrsula.

- Sólo, sólo deja de verla y no haré preguntas. Lo prometo. Pero, pero no me dejes.

Heriberto tomó las manos de su esposa.

- Necesito un tiempo.

- Un tiem...para qué. ¿Para que un tiempo? -se levantó rápidamente.

- Es que quiero pensar.

- Pero, mi amor ¿Pensar qué? Acá lo que importa es que estamos juntos en esto. Que pese a todo, vamos a salir adelante.

- ¿Y mis sentimientos? ¿Acaso no importan?

- Claro que si...

- Entonces deja que tenga mi espacio.

- Quieres irte ...

- Quiero pensar Úrsula, por Dios entiende.

- Y te seguirás viendo con ella. No estás enamorado Heriberto esto es sólo del momento.

- Necesito estar solo.

- Quieres estar libre para encontrarse.

- No, quiero ordenar mi cabeza. No lo hago para verme con nadie.

MIO - La Obsesion Del Cincel -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora