Capítulo 7

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El día transcurrió diferente para Heriberto. Sabiendo que en unas horas estaría en los brazos de Victoria hizo que trabajara incluso con nuevos ánimos.

- Se nota que te cambio esa visita -comento mientras caminaban hacia la recepción de la clínica.

- No voy a mentirte que tenía muchas ganas de verla...y ahora más que sabré que iré a su casa -sonrio. - Voy a hablar con Miriam para que me cancele los pacientes que tengo después del mediodía.

- Pero no tendrás paciente hoy Heriberto.

Ríos detuvo su marcha.

- Recuerda que hoy es la reunión con el personal.

- ¡Dios! lo había olvidado completamente. Sería a las 15 hs.- Puso sus manos en la cintura intentando encontrar una solución.

- Así es...sabes que son extensas. Por eso se trata de no dar turnos a la tarde cuando organizamos ese tipo de reuniones.

- ¿Cómo se me pudo pasar eso de la cabeza?.

- Ya, ya... ¿por qué no arreglas con ella y vas más temprano a verla y, y luego regresas aquí.

- No, no podría. Necesito concentrarme para hablar con el equipo. Además quería disponer de la tarde y no estar mirando horarios.

- Pues avísale que irás cuando termine.

- Si, si mejor haré eso. Pero será algo tarde, justo mi hora de salida. ¿Que le diré a Úrsula?

- Que te quedas en mi casa. A fin y al cabo me he convertido en el posadero de los amantes de Victoria. -rio.

A Heriberto el comentario no le causó gracia alguna porque recordó que ella también veía a Darío.

- ¿Lo has visto?

- ¿A quien? ¿A Darío? No.

- Entonces no sabes si se vieron estos días.

- Mm, no...de todas formas haz de cuenta que sí. No le pongas espectativas a esto porque recuerda que lo tuyo con esa mujer es solo sexo, atracción y nada más.

- Baja la voz. - mientras miraba hacia ambos lados - Lo sé, pero bueno, no estoy acostumbrado a esto.

- No pueden existir celos, esos son para las novias o esposas, recuerdalo.

- Si. Bien, voy al consultorio.

- Heriberto...¿Has hablado con Úrsula sobre el otro asunto del niño ese? ¿Juan Carlos?

- No, no me dio por pensar nada más sobre ella, en realidad. Úrsula, está tratando de que las cosas realmente funcionen y...

- ¿Y?

Heriberto se detuvo.

- Y yo estoy por volver a engañarla.

- Si lo piensas dos veces no irás de Victoria y hace mucho que estás sufriendo por tu matrimonio... matrimonio que en mi opinión no tiene retorno, pero en fin. Ve a atender y avísale a esa mujer que...

Una enfermera pasaba por el pasillo

- que la vas a "atender" más tarde.

Heriberto se dejó caer en su sillon y saco su teléfono.

Victoria estaba sumergida en su placard intentando decidir qué ropa sería adecuada para recibirlo. Quería verse sexy pero no promiscua, ni mucho menos vulgar.
Aún no creía ese cambio de actitud del hombre por el que había perdido el sueño pero ahora eso no importaba. Lo único que quería ese día era encerrarlo en su alcoba hasta dejarlo totalmente exhausto. Y si se daba cuenta su esposa que había estado con otra mujer...mucho mejor.

MIO - La Obsesion Del Cincel -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora