Capítulo 16

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Escucho el sonido de las llaves abriendo la puerta principal desde la habitación de huéspedes y sonrió. Y es que Victoria tuvo que pasar unas semanas en absoluto reposo. Semanas cruciales para el desarrollo del bebé, por lo que él ya se había instalado en su casa.

Oyó el ruido de los zapatos caminar y sintió las misma ansiedad de verlo de cuando apenas lo conocía, hasta que al fin abrió la puerta de la habitación.

- Hola mi amor - se acercó a ella y le dio un beso para luego acariciar su abdomen y besarlo también.

- Hola doctor - sonrió coqueta al tiempo que dejaba sobre la cama una revista.

- ¿Cómo te sientes?

- Bien...-suspiro.

- ¿Seguro? Victoria si tienes molestias sólo dime.

- No, no, de verdad que estoy bien, sólo que tengo un poco de náuseas, es todo.

- ¿Te traigo algo?, quizás un te...¿Merendaste?

- No...no aun.

-¿Celeste? ¿Se fue?

-Tuvo una urgencia con su mamá y tuvo que irse poco después del mediodía.

- ¿O sea que estás sin comer desde hoy?

- La verdad es que tengo el estómago revuelto. No te preocupes.

- De ninguna manera, tienes que alimentarte.

- Bueno pero más tarde, ven aquí - lo tomo de la corbata y lo atrajo hasta besarlo nuevamente en sus labios.

Heriberto así lo hizo recostadonse a su lado.

- Quítate los zapatos y descansa aquí, conmigo.

- Llevaré mis cosas a otro lado.

- Déjalas y ven -insistio.

Heriberto sonrió y se quitó el saco también para ponerse más cómodo. Luego se acosto a su lado apoyando la cabeza en su regazo. Victoria prendió la TV y comenzó a masajear sus cabellos.

- Estás muy callado...- comento al pasar. ¿Te ocurre algo?

- Solo que estoy cansado - Respiro profundo.

- Lamento que tengas que regresar y ocuparte de todo aquí.

- No, no...descuida. Quería venir para estar contigo.

Ambos se quedaron en silencio varios minutos mientras él,incluso, logro dormitar. Victoria seguía acariciando su cabeza hasta que un fuerte sonido de la TV lo despertó.

- Oh, lo siento. - bajando el volumen con el mando.

- No te preocupes, me quedé dormido un momento - ¿Qué leías? - Se incorporó para tomar la revista y se acostó para hojearla.

- Pues, el fin de semana fue la boda de Adolfo Smith y estaba viendo las fotografías de la fiesta.

- ¿Adolfo? ¿El abogado?

- Si, supongo que lo conoces.

- Si, se casó con Gabriela, una amiga de Úrsula.

- Si... vi a Úrsula en las fotografías.

Heriberto vio aquellas imagenes en donde aparecía su esposa con su grupo de amigos y entre ellos, Juan Carlos.

- ¿Qué quieres de cenar? - pregunto mientras cerraba aquella revista.

- Mejor pidamos así descansas...

- Bien - se acercó y le estampó un beso -
Entonces -se incorporó y comenzó a quitarse la camisa- iré a bañarme mientras llamas.

MIO - La Obsesion Del Cincel -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora