Mi niño ZeeNunew

Final

Las Vegas, un lugar increíble dónde no tienes como aburrirte. Y NuNew no es la diferencia, si bien Zee, el primer día, lo ha llevado todos y cada uno de los lugares que sabría que amaría.

Galerías de arte, tiendas de música, cd's, vinilos, librerías, cine y restaurantes. Todo en un solo y largo día.

Al segundo NuNew toma su mano y lo guía por muchos lugares más a medida que conocen la cuidad. Parque de diversiones, zoológico y un restaurante japonés donde les cocinan en frente.

Ha sido genial y aún les quedan dos días más.

Esa noche Zee decide que le dará los otros dos regalos. Por nada en especial en realidad, solo quiere dárselos allí, le parece más lindo. En ese momento NuNew se encuentran sentado en el borde de la cama del lujoso hotel esperando a Zee.

Zee llega con una pequeña caja de color morado pastel y otra cosa en su bolsillo que el menor no puede distinguir.

Toma asiento a su lado y extienda la caja.

—Te lo quería dar aquí —lo ve abrir la caja y sacar un pequeño papel que cubre lo que está dentro.

NuNew entreabre sus labios, asombrado y sonríe ampliamente.

—Papi... Es muy... hermoso —lo mira con adoración y se inclina a abrazarlo con fuerza.

—Tú lo harás hermoso, anda, póntelo, quería que lo usaras aquí —acaricia su cabello con cariño.

NuNew salta emocionado y corre al baño. Vuelve a salir un poco tímido con sus manos detrás de su espalda. Luce una hermosa falda negra que no llega a sus rodillas, una camisa blanca debajo con pliegues en sus mangas. Un collar de perlas en su cuello.

—¿Qué tal me veo? —pregunta sonriente.

—Maravilloso, perfecto —Zee va hasta él y toma su mano elevándola y haciendo que dé una vuelta —Tan precioso, siempre, mi niño —sonríe con orgullo.

—Tú lo has elegido —rodea con sus brazos el cuello de Zee.

—Tú lo luces —lo abraza por la cintura y pega a su cuerpo.

—Eres increíble, papi —se inclina y besa con fervor.

—Aún... falta un regalo, mi niño —se aparta dificultosamente de los labios carnosos del menor— Siéntate.

NuNew toma asiento nuevamente en la cama emocionado. Zee lo mira y chasquea su lengua.

—Joder, que hermoso rápidamente toma su celular del bolsillo —Déjame tomarte una foto, posa para papi.

El menor con un ligero rubor en sus mejillas apoya su mejilla en una mano apoyando el codo en su pierna y su otra mano descansa en su rodilla. Zee toma la foto.

—Hermoso —le tira un beso que NuNew corresponde imitando la acción.

Finalmente camina hasta él y saca de su bolsillo aquella caja de terciopelo donde está el anillo de la rosa. Se agacha y abre la caja mostrando el contenido a el menor quien se queda visiblemente sin aliento. Zee toma el anillo y luego la mano del menor.

A medida que desliza el anillo por su dedo lo mira.

—Sé lo que parece ríe con un extraño nerviosismo en su interior —pero no es...

Pero entonces lo mira a los ojos.

Los ojos de NuNew brillan como nunca, un brillo tan especial, tan hermoso, tan profundo a la vez. Un brillo de emoción que delataba como su mente iba está más allá de lo que Zee pueda decirle.