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Zee despierta y al instante siente punzadas en la cabeza. Se remueve en la cama con el ceño fruncido, gruñendo y bufando.

—Joder, no vuelvo a tomar en mi vida —se queja y tantea con su mano la mesa de noche, toma su celular.

13:30. 

Entrecierra sus ojos por el brillo de la pantalla. Envía un mensaje de buenos días al menor y deja su celular para levantarse. Quiere volver lo antes posible para llevarse a NuNew a su casa y dormir con él.

Se da una fría ducha, se viste, lava los dientes y toma una pastilla para el dolor de cabeza. No quiere desayunar, sería una pérdida de tiempo y tiene el estómago revuelto aún.

La puerta es tocada suavemente.

—Buenas tardes, señor —saluda su secretaria con una sonrisa radiante en su rostro.

Por un momento Zee siente envidia, ojalá se hubiera mantenido a raya cómo ella para estar igual de radiante.

—Buenas tardes, Nam. ¿Necesita algo? le recuerdo que hoy nos vamos por separado —la chica muerde su labio inferior.

—Si... venía a preguntar si no había visto mi celular por algún lado de su habitación —Zee la mira confundido.

—¿Por qué estaría aquí?

—Bueno... ¿no recuerda? —Zee niega rápidamente —Nosotros... ya sabe, tuvimos sex...

—No —niega, frunce el ceño.

—¿No...?

—Nosotros no tuvimos sexo, imposible.

—Señor... —desvia la mirada, titubeante.

—¿Está bromeando? —traga saliva visiblemente. Nam niega.

—Yo... no ganaría nada mintiendo sobre eso.

—No, no, no y no —comienza desesperarse y cierra la puerta dejando a la chica con la palabra en la boca.

Tiene que ser mentira, aquello no pudo pasar. Quiere a NuNew, no podría hacerle eso, jamás. Está seguro que ni borracho le haría algo así.

No quiere creerlo, ni pensarlo.

Toma asiento al borde de la cama, lleva ambas manos al rostro con frustración. Está tan enojado consigo mismo, se odia, aquello simplemente no puede haber pasado.

Se levanta de golpe y sale de la habitación con rapidez.

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NuNew mira por la ventanilla del auto mientras escucha música con sus auriculares.

Nat quien conduce con lentes de sol por la resaca tararea con la música de la radio, mientras tanto FirstOne que está en el asiento del copiloto, mira por la ventanilla el espejo donde puede ver a NuNew reflejado, se preocupa por él.

Nat no sospecha nada ya que atribuye aquel comportamiento a la resaca.

NuNew solo se concentra en la música. Suspira, mira su celular al recibir una notificación. Un mensaje de buenos días de Zee.

No son buenos días, son tardes y ni siquiera son buenos. Bloquea el contacto.

Traga saliva y toma aire por la nariz para evitar que las lágrimas lo traicionen.

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Zee se pregunta si algún día se quedaría sin dinero por pagar tantos sobornos.

Mi niño ZeeNunewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora