· Continuó comiendo, sin ni siquiera preguntarse qué era lo que podía llevar ese plato. Una vez estuvo satisfecho, se acostó en la cama y trató de dormirse.
Abel: 1 oveja, 2 ovejas, 3 ovejas, 4 ovejas, 5 ovejas...
· Estuvo así un par de horas y a la oveja 609 se durmió.
· A la mañana siguiente, una voz familiar le despertó. Era Chara, que le susurraba al oído para despertarle, a modo de broma, en cuanto vio que se despertó, le soltó un gran grito en el oído.
Chara: ¡BUENOS DÍAS!
Abel: ¡Aaaah! ¡Para! Dios... Mis oídos...
· Abel se tapó los oídos, ahora le dolían mucho. Frisk mira a Chara de manera incriminatoria mientras ella solo soltaba risitas y hacía una mueca de que realmente no le importaba mucho.
Abel: Creo que me has dejado sordo...