· Abel, casi se caga encima del susto y solo asintió levemente
Toriel: Te juro que, si te escucho gritar otra vez, vengo aquí y te quemo las cuerdas vocales.
Frisk: Ya ya, mamá, tranquila...
Toriel: ¡No me digas que esté tranquila!
· Asgore se asomó por la puerta
Asgore: V-Vamos cari, tranquila, v-volvamos al salón...
· Entre tanta insistencia, Toriel salió del cuarto y dio un portazo. Abel, respiraba de manera agitada, aún nervioso y con claro temor en su mirada. Mientras tanto, Chara solo miraba con malicia y Frisk se intentaba calmar.
Frisk: Bien, ya fueron muchas emociones fuertes por hoy. Será mejor que duermas y olvides todo lo que ha pasado.
· Abel asintió y cerró los ojos. Frisk, junto a Chara, abandonaron el cuarto y apagaron las luces. Por su parte, Abel trató de dormir, cosa que le llevo un rato pues el dolor no dejaba de quitarle el sueño.
Miraba el reloj de manera ansiosa, viendo las horas pasar, sentía como el insomnio se apoderaba de su cuerpo y por mucho que contara ovejitas, no lograba conciliar el tan ansiado sueño. No fue hasta varias horas más tarde, cuando ya estaba cerca de quedarse dormido, que apareció Gaster. Cosa que, le irritó bastante.
Gaster: Hola hola amiguito. Venía aconsejarte.
Abel: Pues puedes irte por donde has venido, yo ya me iba a dormir.
Gaster: No, mira, escucha. Tienes que hacerme caso, matar no está bien y lo sabes. Recuerda lo que te dije, esas criaturas también tenían familia y-
Abel: ¡Qué te calles! Si ellos me atacan yo tengo derecho a defenderme
Gaster: Si, pero-
Abel: ¡Ni peros ni peras!
