· Abel iba a seguir gritándole, pero escucho unos pasos acercándose a su cuarto e intuyendo que era Toriel, se hizo el dormido con esperanzas de escaparse de la reprimenda.
Toriel entró al cuarto como él había previsto, esta al verle dormido, se acercó y le paso una pluma por la nariz, esperando que estornudara, pues dormido no podía hacerlo. Abel, se aguantó todo lo posible las ganas hasta que se fue, entonces, pudo respirar tranquilo, aunque estornudó tapándose con la sabana.
Más tarde, a la mañana siguiente.
· Abel abrió los ojos e intento mover su cuerpo de manera instintiva, aunque claro, no pudo. Lo único que podía hacer era dirigir su mirada de un lado a otro. Estuvo así un rato hasta que su mirada se posó encima suyo, donde la figura de Chara le miraba con unos penetrantes ojos rojos. Quiso gritar, pero el pánico se le impedía, bueno... El pánico y la mano de Chara, que le tapaba la boca.
Chara: Shhh, calla niño... Voy a enseñarte algo de magia, luego traeré algunas presas para que te recuperes pronto.