Souichi One Shot Collection

11. Duerme

Sinopsis:
Esta vez eres tu quien hipnotiza a Souichi.
.
.
.

Souichi intentó con todas sus fuerzas no reír mientras tú seguías regocijándote por su cuerpo "durmiente".

Cuando aceptó por primera vez que intentaras hipnotizarlo, no pensó que pudieras hacerlo. Y tenía razón, no podías.

Sin embargo, en lugar de admitir de inmediato que no estaba hipnotizado, Souichi pensó en hacerte una pequeña broma, como venganza por haberle hecho perder el tiempo.

Su plan era simple: simularía estar hipnotizado y seguiría tus órdenes simples. Sin embargo, no las haría todas correctamente. En cambio, cometería pequeños errores aquí y allá, haciéndote creer poco a poco que no eras lo suficientemente poderoso para hipnotizarlo y hacer que hiciera algo correctamente.

Souichi no podía esperar a ver la expresión de tu rostro cuando finalmente te dieras cuenta de que nunca serías bueno en hipnotismo como él.

—Ahora, ¿por dónde deberíamos empezar? —Souichi relajó su cuerpo mientras te escuchaba hablar contigo mismo—. Hmm... No, no podemos hacer eso... Pero, de nuevo, esta podría ser mi única oportunidad...

—¿Hmm~? Me pregunto cuál será mi primera orden. Apuesto a que será algo estúpidamente inocente como, "tráeme algo de beber" o "limpia mi habitación". ¡Oh, tengo una idea! Si me ordena que haga su tarea, marcaré a propósito todas las respuestas por sección, ¡haciendo que obtenga 0 puntos! ¡Kishishishi! ¡Oh! ¡O tal vez yo-! ¿Eh?

Souichi fue sacado de sus pensamientos cuando sintió que su hombro se inclinaba un poco hacia un lado.

—¿Qué diablos está haciendo? ¿Está apoyando su brazo en el colchón o algo así? ¿Por qué no me está ordenando que me despierte?— pensó.

En lugar de hacer lo que Souichi había planeado de antemano en su mente, te quedaste en silencio. Aunque tenía los ojos cerrados, aún podía notar que lo estabas mirando directamente.

El cuerpo de Souichi se tensó un poco cuando de repente le soplaste aire en la oreja. No esperaba que hicieras eso.

Después de unos segundos de silencio, Souichi finalmente se dio cuenta de lo que estabas haciendo. Estabas tratando de comprobar si estaba hipnotizado o no. Eso fue inteligente. Algo que él también habría hecho.

Preparándose mentalmente una vez más para tu primera orden real, esperó. Sin embargo, en lugar de hablar, simplemente te levantaste y te moviste de tu lugar actual.

Souichi miró con atención con un ojo y trató de confirmar a dónde te habías ido. Sin embargo, volvió a cerrar el ojo rápidamente cuando vio que te habías movido para sentarte a unos centímetros de su cara.

—Espera... ¿Qué está haciendo?

El corazón de Souichi comenzó a acelerarse cuando sintió que la parte inferior de su camisa se levantaba de su cuerpo, dejando al descubierto su abdomen.

—Woah... Es tan suave.

Su cuerpo se estremeció instintivamente cuando sintió que pasabas suavemente las puntas de tus dedos sobre su estómago.

Con los ojos cerrados, todos sus demás sentidos se habían agudizado. La sensación de tu mano tocando suavemente su cuerpo, el sonido de tus susurros sobre todo lo que veías y sentías, con cada movimiento que hacías, el cuerpo de Souichi comenzó a sentirse cada vez más caliente.

De repente, sus ojos se abrieron de golpe cuando sintió tu cabello rozando su piel.

Al levantar la cabeza para ver mejor, vio que estabas mirando en dirección contraria. Aunque no podía ver bien, podía sentir que le abrias la cinturilla del pantalón.

Sabía que tenía que hacer algo. La parte lógica de su cerebro le decía que había llevado la broma demasiado lejos y que tenía que detenerte antes de que hicieras algo de lo que pudieras arrepentirte. Pero la otra parte de su cerebro objetivaba. Ansiaba saber hasta dónde llegarías realmente.

Mientras le bajaba la cinturilla del pantalón, te reíste.

—Jejeje~ No sabía que usabas... ah...—tu sonrisa maliciosa desapareció mientras girabas la cabeza hacia un lado, dándote cuenta finalmente de que Souichi había estado despierto todo el tiempo.

Ambos se miraron el uno al otro con expresiones de asombro, ninguno de los dos estaba seguro de qué hacer o decir.

—Tú... tú no estabas hipnotizado... ¿verdad?—tus palabras salieron rígidas y lentas.

Souichi negó con la cabeza.

—Ahh.......mmm —cerraste los ojos y te encogiste mientras recordabas mentalmente todas las cosas vergonzosas que acababas de hacer.

Tomando una respiración profunda, te levantaste.

—¡¿Qué diablos te pasa?! ¿Por qué finges estar hipnotizado, pervertido? —exclamaste, sin poder pensar en nada más que decir.

—¡¿Qué?! ¡Esa es mi frase! Tú eres el pervertido que intentó...

—¡Espera, no!

Interrumpiendo a Souichi a mitad de la frase, levantaste la mano sobre su estómago aún expuesto.

Rápidamente lo golpeaste hacia abajo y exclamaste.

—¡DUERME!