Souichi One Shot Collection

14. Reconciliacion

Colección de one-shots de Souichi x Reader

by Caraqullo en AO3

Sinopsis:

Tú y Souichi tuvieron una pequeña pelea. Estas son las consecuencias de esa pelea.

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Souichi se agarró el estómago mientras miraba la comida que había en la mesa. 

—Vamos, Souichi. ¡Tienes que comer algo! —la madre de Souichi intentó animarlo mientras su hermana le daba suaves palmaditas en la espalda. 

Sin embargo, él se mostró completamente reacio.

No queriendo estar más allí, Souichi se levantó y se fue a su habitación sin decir una palabra.

Recientemente, Souichi no había comido ni dormido bien. Pensó que se trataba simplemente de algunos efectos secundarios de haber cometido un error con una maldición. Pero ese no era el caso en absoluto.

Había pasado una semana desde la última vez que tú y Souichi se vieron. Desafortunadamente, debido a un desacuerdo que tuvieron, prometieron no volver a hablar ni a ver a Souichi nunca más.

Al principio, a Souichi no le importó demasiado. De hecho, estaba extasiado por volver finalmente a su antigua rutina de maldecir a quien quisiera y cuando quisiera.

Sin embargo, a medida que pasaban los días, ese sentimiento pronto se fue apagando.

Souichi agarró un cómic y se sentó en su desordenado futón. Intentó leer las palabras de las páginas, pero su mente no dejaba de pasar de un tema a otro.

Pronto se aburrió, Souichi dejó el libro a un lado del futón y se envolvió dentro de las sábanas.

Souichi se había acostumbrado completamente a pasar todos los días contigo hasta el punto de haber olvidado lo que se sentía estar solo.

Por supuesto, tenía a su familia cerca, lo que significaba que no estaba realmente solo. Pero su presencia no podía compararse con la tuya.

La forma en que ustedes dos pasaban incontables horas probando diferentes maldiciones y discutiendo diferentes temas que interesaban a Souichi le hacía sentir que cada día era el mejor.

De repente, la luz inundó la habitación de Souichi. Como no quería interactuar con nadie, rápidamente se tapó la cabeza con las sábanas.

—¿Souichi? Estamos muy preocupados por ti  —escuchó a Kouichi decir desde la distancia.

—¡No me importa! ¡Deberías ocuparte de tus propios asuntos antes de que te maldiga! —gritó Souichi débilmente. En realidad, no tenía fuerzas para maldecir a su hermano en ese momento, pero necesitaba decir algo para quitárselo de encima.

Pronto, la puerta se cerró y Souichi estuvo solo con sus pensamientos una vez más.

De repente, Souichi sintió que le empezaba a doler el pecho. Se acurrucó y acercó las piernas al cuerpo.

Las lágrimas comenzaron a correr por su rostro mientras pensaba que tal vez habías estado usando un muñeco vudú de él y clavando el clavo más gruesa que tenías directamente en su corazón.

Nunca había sentido ese tipo de dolor antes. Quería que se detuviera. Quería llamarte para poder disculparse por las cosas estúpidas y malas que había dicho antes.

El cuerpo de Souichi se congeló cuando escuchó que la puerta de su habitación se abría una vez más.

—¡Dije que salieras! —gritó Souichi, rezando para que quienquiera que estuviera en la puerta se fuera rápidamente.

—Bueno, eso no es algo muy agradable para decirle a un invitado.

Souichi contuvo la respiración ante el sonido de una voz que no había escuchado en mucho tiempo.

Souichi se quedó en silencio y apretó con más fuerza las sábanas de la cama. No quería que lo vieran en el estado patético en el que se encontraba actualmente.

—Escuché que no te has sentido bien últimamente. Por eso te traje un poco de raspado de ese lugar que te gusta. Souichi sintió que las lágrimas brotaban de sus ojos nuevamente.

A pesar de que él era el que debía estar intentando recuperar tu perdón, eras tú quien estaba aquí presentándole sus delicias favoritas.

Souichi soltó un pequeño grito cuando sintió que te sentabas sobre su cuerpo. Intentó mantener las sábanas sobre su rostro, pero su cuerpo estaba demasiado débil para aguantar mucho tiempo.

El aire fresco lo rodeó cuando finalmente le quitaron las sábanas de la mitad superior del cuerpo.

Souichi estaba a punto de cubrirse la cara con las manos cuando rápidamente las tomaste entre las tuyas.

Él se retorció debajo de ti, intentando con todas sus fuerzas soltarse de tu agarre.

De repente, Souichi sintió que su cuerpo se relajaba por completo cuando te colocaste encima de él.

Habías soltado sus brazos y permitido que te envolvieran.

Souichi te abrazó con fuerza. Estaba feliz de tenerte finalmente de nuevo a su lado.

Después de unos segundos, Souichi sintió que te alejabas para volver a colocarte encima de él.

Souichi finalmente se sentó, llevando la parte superior de su cuerpo hasta quedar más o menos al mismo nivel que el tuyo.

Él te observó mientras te movías para buscar un pequeño tazón de hielo raspado que estaba cerca de su cama. Abrió la boca de par en par para que pudieras alimentarlo.

Souichi masticó el dulce hielo raspado con sabor a fresa mientras preparaba otra cucharada. Podría haber sido porque tenía muchísima hambre, pero sabía como lo mejor que había comido en toda su vida.

Después de disfrutar unas cucharadas más, Souichi se recostó con cuidado. La sensacion de ti sobre él junto con el sabor de su dulce favorito ayudaron a confirmar que todo lo que estaba sucediendo no era una alucinación.

Souichi escuchó mientras también comías un poco de su raspado.

Souichi cerró los ojos y colocó sus manos sobre tus piernas, impidiéndote que te alejaras de su lado. Sabía que cuando despertara, tendría que disculparse contigo. Como es debido.