Capitulo 3: Plan Número Dos

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Ok, está vez sería más directa

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Ok, está vez sería más directa.

Ya habían pasado unos días desde que su último plan salió mal.

Pero esta vez sí funcionaria.

La mañana comenzó como las otras, se levantaron temprano, pero esta ves fue Nasiens el encargado de hacer el desayuno y los almuerzos.

Ya habían ordenado sus cosas la noche anterior, así que no olvidarian nada.

—¡Percy ven a desayunar o llegaremos tarde! —Nasiens grito desde el comedor.

—¡Ya voy! —su voz se escuchó desde la habitación.

Percy escondió una caja en lo más profundo del armario y la tapo con otras cosas.

La compro el día de ayer cuando paso por una tienda.

Le pareció de lo más linda y perfecta para su plan.

Así que la utilizaría más tarde.

Salió del cuarto y fue a desayunar.

—¿Todo bien? —le cuestiona una ves ella está a su lado.

—Si, todo de maravilla —dice feliz.

Los dos comen y salen juntos por la puerta y cada uno toma su camino.

Percy llegó a su trabajo tranquilamente, saludo a sus compañeros y se puso un delantal.

Camino al área de guardería donde estaban los más pequeños.

En cuanto entró se encontró con una de sus compañeras tratando de calmar a la bebé que recién llego con su hermano al lugar.

—Ya, ya pequeña todo está bien —la mecía sin tener resultado.

—Sigue estando inquieta verdad —dijo mientras se acercaba.

—Si, no a dejado de llorar desde que su papá la dejo aquí en la mañana, su hermano tenía fiebre en la mañana y el lo llevo a consulta. —le informo. —El pobre hombre la tiene difícil ya que su esposa también se encuentra enferma.

—Oh, que mal espero se recupere pronto — miro a la bebé en brazos de su compañera. —Dejame intentarlo.—extendió sus brazos.

—Toda tuya — le entrega a la bebé.

Percy cargo a la bebé, y comenzó a mecerla y a acariciar su espalda.

—Shuu, shuu, clama pequeñita no pasa nada, yo te cuido —beso su cabecita sin dejar de mecerla.

En poco tiempo la bebé dejo de llorar y se quedó dormida en los brazos de Percy.

—Wow, tienes un talento natural para los niños sin duda — sonrió.

—Si, me lo han dicho muchas veces —susurro sin querés despertar a la pequeña.

—Mi abuela diría que serías una excelente madre —se río ella.

¡Quiero un Bebé! <Persiens Genderbender>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora