Percy está desesperada.
¡Ella quiere un bebé de Nasiens!
Y ella lo va a conseguir.
Cueste lo que le cueste.
Ya tiene un montón de planes en mente, para obtener su deseado bebé.
¡Y nadie ni nada la detendrá!
¿O si?
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Tres años.
Han pasado tres años desde aquella vez.
Y Percy no cambiaría nada en absoluto de lo que pasó en ese tiempo.
El día de su boda fue el de los más felices de su vida.
Su madre Gelda y sus amigas Anne, Ginebra, Elba e Isolda la acompañaron y la ayudaron con sus vestido y peinado.
Su Padre Zeldril la llevó al altar, bellamente decorado, cómo si fuera un bosque de hadas de los que se hablan en los cuentos.
Todos los amigos y Familiares de ambos estaban allí.
Nasiens la esperaba en el altar, vestido elegantemente.
Tioreh, caminaba frente a ellos dando saltitos, esparciendo muchos pétalos de flores en el camino.
Y cuando su padre la entrego, los dos se miraron a los ojos,m con mucho amor.
Dijeron sus votos y cuando dieron la señal, sellaron su nueva vida con un beso, oyendo los aplausos y gritos de todos.
Los padre de Nasiens lagrimeaban dices por ellos, más King quien tenía su cabeza enterrada en los pechos de su esposa llorando a moco tendido.
Gelda y Zeldris también estaban conmovidos, ella se limpiaba sus lágrimas con un pañuelo mientras acariciaba la cabeza de su esposo, quien intentaba hacerse el fuerte, pero si tener mucho éxito.
Durante la recepción, oyeron las conmovedoras palabras de Donny en su discurso de padrino de bodas quien lloraba contento por sus amigos y con su esposa Anne consolando lo.
Nasiens y Percy bailaron su primer vals como esposos e la pista, abrazados uno del otro.
La noche fue maravillosa.
Y al momento de irse de luna de miel, se la pasaron muy bien los dos solos por una semana entera en Italia.
Se la pasaban paseando por el lugar, visitando tiendas, y comiendo en restaurantes.
Y por las noches se encerraban en su habitación, ya se entregaban el uno al otro con mucho amor y pasión.
Ya al volver, se mudaron a una casa nueva, que sus padres les obsequiaron, solo para ellos.
Tenía un gran patio y un jardín delantero hermoso, el lugar era espacioso con cuatro habitaciones, dos baños una gran cocina conectada con el comedor y una sala espaciosa. Todo amueblado.
Ellos trataron de rechazarla cortésmente, pero sus padres no oyeron un no como respuesta y se terminaron mudando allí.
Ambos volvieron también a sus trabajos, tanto en el jardín de niños como en el laboratorio.
Nasiens nunca podría quitarle a Percy el placer de seguir cuidando de los niños, que tanto cariño le habían tomado a su ahora esposa.
