Percy está desesperada.
¡Ella quiere un bebé de Nasiens!
Y ella lo va a conseguir.
Cueste lo que le cueste.
Ya tiene un montón de planes en mente, para obtener su deseado bebé.
¡Y nadie ni nada la detendrá!
¿O si?
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Terminaron llegando tarde a su departamento.
Luego de que Nasiens consolara a Percy y que esta se calmara lo suficiente, subieron al auto y tomaron rumbo a casa.
Ella fue callada todo el camino de regreso, con la mirada perdida en la ventana del auto y la fuerte lluvia que había afuera.
Nasiens estaba preocupado por ella, él tenía una mano en el volante y otra sosteniendo una de las de Percy, apretando la , haciendole saber que estaba allí.
Estacionaron el auto en el garaje del edificio y subieron las escaleras hasta su departamento.
Una vez adentro, Nasiens tomo algunas toallas que estaban en la entrada.
Intento encender las luces pero al parecer la habían cortado por la fuerte tormenta.
Con una frotó la cabeza de Percy con la toalla, quien seguía con la mirada gacha.
—Ire a preparar un baño caliente ¿Si? Hay que evitar resfriarnos — él beso su frente y la envolvió con la toalla.
Nasiens se adentro en el departamento con la linterna de su teléfono iluminando el camino, secándose con una toalla, dirigiéndose al baño.
Mientras ella se quedó unos minutos más en la entrada.
A paso lento avanzo por el lugar a oscuras llegando a la sala, en una mesita vio el ramo de flores que Nasiens le dió ese día.
"¿Cómo terminó todo tan mal?" Pensó triste.
Ella desvío su mirada a una de las paredes, en la que estaban una foto de ella y sus padres y otra de Nasiens y su familia, no las podía ver bien debido a la oscuridad, pero sabia que estaban alli.
"¿Acaso fui muy infantil y caprichosa con eso de tener un bebé?" Los pensamientos pesimistas llegaban a ella.
"¿Quien me asegura que Nasiens quiere un bebé conmigo?" Sintió sus ojos aguarde de nuevo "Si ni siquiera me a pedido matrimonio después de tanto tiempo juntos"
Sacudió su cabeza, intentando alejar esos pensamientos de ella, Nasiens la amaba y no debía pensar lo contrario, simplemente no era el momento.
Así como no era momento de tener un bebé.
Ella suspiro resignada.
Tal vez era momento de rendirse.
—¿Percy? —escucho la voz de Nasiens y volteo a verlo, el tenia una vela en mano medio iluminando el lugar, seguía con su ropa mojada pero ya no traía el saco ni el chaleco y su camisa tenía tres botones desabotonados. —El baño ya está listo, vamos.
El la tomo de su mano y la guío delicadamente al baño.
Cuando entraron, ella vio la bañera llena de agua caliente, y el lugar estaba iluminado con varias velas, dando un ambiente calido y reconfortante, tal vez hasta romantico.
