Capítulo 4 "No hay hogar, como tú....?"

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En el palacio principal cambiaban las cosas obviamente, la Sultana Hurrem se hizo cargo del harem, manejaba el palacio a su antojo ni las sultanas de sangre ni la sultana maidevran podían manejarse a su antojo, todo pasaba primero por hurrem, esto provocaba constantes peleas, pero aún así ella seguía teniendo el control.

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Por el lado de Ibrahim tenía bastante poder en el concejo como así también muchos enemigos, corrupción, robos, perdida del valor de la moneda, productos de consumición caros, alcohol legalizado, prostitutas, todo esto y más abundaban bajo el poder de este "simple servidor", que no lo era, pues el sultán le dió bastante poder. La confianza ciega del sultán generaba disputas en las provincias y el consejo no le quedaba de otra que responsabilizar al sultán de todo esto, así era como el Pasha lograba tener su cabeza aún.

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El sultán veía como sus hijos varones crecían, con valentía e inteligencia caracterizaban a los príncipes, profesores, tutores, soldados, estaban orgullosos de ellos porque veían un futuro increíble para el imperio, ellos eran la principal causa de que la gente confiara en la Dinastía otomana. Sin mencionar los rumores de que el solo era un titere de los "esclavos".

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Respecto a leo, el se mantuvo cerca del sultán, pues el se lo había ordenado, tenía talento para el arte y la poesía, estás cualidades le servían para enseñar a los príncipes y educarlos con clase, sin mencionar el idioma que hablaba. Con hurrem se mantenía alejado, además se dió cuenta de la alianza con el Pasha, sabía que ese hombre no era de fiar, mantenerse alejado de esos dos era lo mejor, oculto su amor por Hurrem y con el tiempo la fue olvidando.

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Los años pasaban y la sultana Mihrimah no se quedaba atrás, crecía con muy buena educación, más allá de la cocina y bordados, aprendió a pintar, montar a caballo, entre otras cualidades, también de la flora y fauna en los alrededores, era una jovencita encantadora, bueno eso decían los sirvientes, se escabullia en el bosque para capturar varios tipos de insectos, desde mariposas hasta tarántulas. Pero había desarrollado un particular don, podría ser su mayor virtud pero también era su pesadilla.

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Madre Sultana: sigues con esas bestias, debes tener cuidado.*dijo tiernamente ingresando al cuarto especial donde permancia la mayoria del tiempo*

Sultana Mihrimah: madre Sultana! *Se reverencia* me gusta estar aquí, me olvido de todo lo malo.

Madre Sultana: y dime, que hay de malo en un mundo tan hermoso?

La sultana Mihrimah se quedó pensativa mirando a la pared, sin decir nada, ellas sabían, mejor dicho algo sabían, pero siempre evitaron ese tema.

Sultana Mihrimah: no me refería a nada madre Sultana!! ya está el almuerzo? *intentó cambiar de tema* Tengo mucha hambre.

Madre Sultana: no crees que es hora de que me digas tu secreto? Llevas años evitando la conversación, pero siempre dices algo para empezar ese tema. Dime, porque tu madre tomo la decisión de mandarte aquí?

Perdiendo el control ~Mihrimah & Leo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora