Capítulo 8 "Un don especial"

34 5 0
                                    

Entre los gritos de el y ella buscando la forma de callarlo sus cuerpos se iban acercando, en un momento la sultana logró tapar la boca, pero el casi se cae, así que el la tomó rápidamente de la cintura para no caer al suelo, pero estos actos hicieron que las capucha de ambos se cayeran y dejarán visible sus rostros.

La sultana se dió cuenta al instante, era él, el joven que venía soñado de hace bastante tiempo y cuando miro a los ojos, esos hermosos ojos con los que había soñado antes de venir y mintió descaradamente; en los que por tanto tiempo busco; sintió una emoción rara, algo que solo le pasaba cuando soñaba con él; quedó inmovilizada ya que no podía dejar de verlo. Sentir los labios en su mano, su aroma y la respiración emergía, la hacian poner los pelos de punta.

Por otra parte a Leo le pasó lo mismo, cuando vio el rostro de la muchacha con la que hace segundos atrás estaba peleando se quedó inmóvil, ese cabello largo y con ondas, ver sus labios que si no hubiera sido por la mano que lo estaba tapando y manteniendo una pequeña distancia estarían tan cerca de los suyos, sentir como la otra mano posaba suavemente en su cintura lo hizo ponerse muy nervioso, también pudo notar dos ojos celestes que lo miraban de una forma especial, podria reflejarse en ellos, pues si no estaba la luz del sol esos ojos iluminaban todo el bosque.

⁄⁠(⁠⁄⁠ ⁠⁄⁠•⁠⁄⁠-⁠⁄⁠•⁠⁄⁠ ⁠⁄⁠)⁠⁄⁄⁠(⁠⁄⁠ ⁠⁄⁠•⁠⁄⁠-⁠⁄⁠•⁠⁄⁠ ⁠⁄⁠)⁠⁄⁄⁠(⁠⁄⁠ ⁠⁄⁠•⁠⁄⁠-⁠⁄⁠•⁠⁄⁠ ⁠⁄⁠)⁠⁄⁄⁠(⁠⁄⁠ ⁠⁄⁠•⁠⁄⁠-⁠⁄⁠•⁠⁄⁠ ⁠⁄⁠)⁠⁄

La tensión podía sentirse, pues a pesar de que hace rato se estaban peleando, cuando se vieron, el "problema" por las ramas mágicamente desapareció. La respiración de ambos se iba aumentando entre los segundos que pasaban en esa posición.

El no lograba entender no lograba entender el por qué de sus nervios..¿por qué no puedo dejar de mirarla? *Se preguntó*. Pero ella sí entendía...pero... como?? ¿Cómo era posible enamorarse de un hombre que solo había visto en sueños?.

...

En la lejanía se podía observar a alguien que miraba esa escena, Hazam, un simple guardia novato al que le habían puesto para seguir a la Sultana Mihrimah, Favsi no confíaba mucho en él, pero no por "traición" si no que los jenízaros lo describen como alguien torpe y poco serio, pero fue al único que pudo convencer ya que la sultana tenía una reputación de rebeldía y era experta para manipular a sus respectivos guardias o sirvientes.

Hazam: que estúpidos!! El amor es estúpido!! *Dijo tranquilamente mientras comía unas nueces*

..

La Sultana se había dado cuenta de la incomodidad del joven, pues si bien no se movía para sacarla de encima, su ceño fruncido no reflejaba que tenía algo positivo en él...o bueno eso es lo que ella creía.

Despacio fue sacando la mano que cubría los labios de Leo, trato de separarse de manera delicada pero él seguía sujetándola -disculpeme, me puse nerviosa cuando lo oí gritar- *hablo Mihrimah con un tono suave*.

Entonces leo sintió como la mano que estaba en su boca iba desapareciendo y cuando escuchó la disculpa de la joven dijo -noooo te preocupes- *en un tono calmado y sereno* Su rostro se empezó a suavizar para brindarle una sonrisa.

Leo: e.e.es mi culpa no debí gritarte, espero mme perdones *balbuceó al darse cuenta que la conversación no seguía*

Una risa brotó de ella como la melodía más suave que existe -le agradeceria mejor que me soltara- *murmuró con una voz dulce, suavizando el comentario con una sonrisa*

Él se ruborizó al darse cuenta que la seguía sujetando -Em...lo siento *sonrío nerviosamente* no me di cuenta-. La soltó suavemente para que no perdieran el equilibrio.

Perdiendo el control ~Mihrimah & Leo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora