Finalmente decidí no llamar ni escribir a Liam, debo dejarlo atrás.Liam es el hermano de la novia de mi hermana, quien resulta ser una de mis mejores amigas.
Liam y yo tuvimos una relación de ocho meses bastante seria, la relación acabó cuando a él se fue a vivir a España, donde creció. El, en vez de decírmelo y hablar conmigo, creyó que era mucho mas conveniente inventarse una infidelidad y que fuera yo quien le dejara. Está claro que a sus 21 años aún no es muy maduro del todo.
Cuando nuestra relación acabó, yo empecé a salir con mi mejor amigo, Luke Miller. Las cosas con el acabaron bastante mal cuando yo tomé el ejemplo de Liam y en vez de hablar con el e intentar explicarle que seguía sintiendo cosas por mí ex, le dije delante de todos que no le quería.
Antes de venir a vivir a whistable hable con Luke y aunque no somos los mismo amigos que siempre, al menos aclaramos las cosas y quedamos medianamente bien.
Todo lo contrario a lo que pasó con Liam. Intenté tener una conversación con él pero ambos empezamos a echarnos cosas en cara, y acabó con el llamándome algo muy parecido a puta.
Supongo que Liam y yo no estamos destinados, ya que una vez que yo vine a vivir aquí, el fue trasladado a Londres.
A veces me pregunto si en algún momento el me quiso de verdad o solo fue una relación más para el.
Un quejido de mi sobrino Azul me hace sonreír y terminar de ponerle su pequeño traje de punto blanco , y obviamente debajo de este lleva su body enterizo para resguardarle del frío de octubre.
Mi sobrino está adorable con su trajecito y un gorrito blanco en su cabeza.
—Eres muy bonito, sobrinito —digo mientras lo alzo pegándolo a mi pecho, dejo un beso en su frente—. Aún cuando te pareces al estúpido de tu tío Liam, espero que tú seas más inteligente que él.
Cojo la pañalera y la cuelgo en mi hombro mientras sostengo al bebé y bajo con cuidado las escaleras de mi piso.
—¿Que te parece si damos un paseo por el pueblo? Suena divertido, eh.
Quizás sea estúpido hablar con un bebé de dos meses, pero a mí me divierte y en mi mente es el capaz de entenderme.
Tarareo una canción mientras cojo mis llaves, antes de salir me sirvo un vaso de agua el cual me bebo y después reviso que tengo todo en la pañalera.
Nada más despertarme llamé a Keisi para ver qué tal iba todo por Londres y además le pedí permiso para salir con el niño. Obviamente me dió el permiso y me dijo que las cosas seguían igual de tensas por allí, también me preguntó si podía quedarme con el bebé unos días más. Acepté encantada aunque eso signifique que tenga que perder más días de clase, ya veré cómo me las arreglo para conseguir los apuntes.
Me veo al espejo que tengo en la entrada, justo antes de la puerta, y en estos momentos me gustaría tener mi móvil última generación para poder hacerme una foto con mi sobrino en el espejo. Mi sobrino está adorable con su cabello rubio peinado hacia un lado, para ser tan bebe posee mucho cabello dorado.
Decido ponerme unas deportivas para estar cómoda y poder andar por el pueblo, siento que eso con los vaqueros estilo mom vaqueros oscuros que estoy usando, es lo más cómodo del mundo.
Abro la puerta para salir a la vez que la de enfrente se abre.
Y en el segundo en el que abro la boca me arrepiento por qué sueno demasiado emocionada por ver a Tom y a su hijo.
—¡Hola vecino!
Para evitar que vea que me he sonrojado me doy la vuelta para cerrar con llave la puerta. ¿Por qué me vuelvo tan ridícula?
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Algo más que entenderte
Teen FictionKylie Mendes se fue de Londres para comenzar una nueva vida. Para poner punto y final a su historia de amor, para olvidar una experiencia que la dejará marcada para toda la vida. Se fue de allí para ser mejor persona, para ser una chica libre, y...