𝐏𝐨𝐫 𝐓𝐢 | 𝖣𝖺𝖻𝗂 𝗑 𝖧𝖺𝗐𝗄𝗌

#12. "Déjame ir..."

AVISO: Capitulo con escenas de abuso sexual y SH, favor de mantener discreción.

Ahí se encontraba. Con la mirada profunda en mis ojos. Sus suaves manos recorrer mi anatomía a la vez que dejaba algunas marcas.

—Eres tan hermosa... —su voz retumbó en mis oidos, causandome una electricidad recorrer mi cuerpo bajo. —Si te vieras ahorita mismo...

Apreté instintivamente mi cuerpo al suyo, tratando de fundirme en su cuerpo y sentirla más carca. Sus manos recorrieron suavemente mi cuello, dandome besos que me hacían soltar algunos jadeos bajos.

Sujetó la orilla de mi vestido, mientras metía su mano entre mis muslos, acariciando la parte interna de estos, recorriendo sensaciones que nunca en mi vida había experimentado.

Bajó mi vestido dejando al descubierto mis pechos, para proximamente darles atención. Hundió su cabeza entre mi pecho, lamiendo mi pezon, chupando y mandando sensaciomes exquisitas a mi parte íntima.

Al sentir sus dientes morder suavemente mi pezon, me hizo soltar un jadeo ronco, mientras mis piernas temblaban pidiendole su atención, quería que ella me tomara, que me hiciera suya.

—Relájate...y sólo disfrútalo.

4 palabras bastaron para bajarme la calentura de golpe. Esas mismas palabras...que él habia usado antes de intentar abusarme.

—N-nika...lo siento yo...

Pero no se detuvo.

Sus manos recorrieron agilmemte mis prendas, aparto la braga que cubría mi parte femenina, enviando una sensación de incomodidad, y posteriormente me penetró con un dedo. Solté un gemido de incomodidad el cual ella interpretó diferente.

Comenzó a penetrarme con su dedo, a la vez que yo gemía mas incomodamente por los recuerdos que una vez sucedieron con él. Cuando menos me lo espero, ella metió un segundo, tratando de abrir mi entrada, haciendo que gimiera más.

Pero no eran gemidos de que estaba disfrutándolo. Mi cuerpo estaba respondiendo a sus estímulos, pero simplemente yo...hubo un momento donde me quede callada. Deseando que ella parara.

Pero ese momento fue una eternidad. No lo disfruté, no esa vez.

—Has vuelto a intentarlo.

Sus manos se encontraban vendando y curando mis heridas recién hechas en mis brazos. No podía evitarlo, los antipsicóticos ya no funcionaban sobre mi debil cuerpo.

Me quede callada viendo todos sus movimientos. Su suave tacto ante mi piel me hacia estremecer.

—¿Donde está? —preguntó levantándose y viendome con esos intensos ojos color rojo.

—No se de que me hablas.

—¿Donde están tus navajas?

—No se de... —su mirada seria me hizo soltar un bufido y desvíe la mirada hacia la larga encimera donde se encontraba un diario con navajas dentro.

Dio un suave beso en mis manos antes de ir y empezar a revisar los cajones.

—Tomeru, mi mejor amiga, ¿eh? —Vio las fotos que tenia esparcidas en la mesa. —¿Es por ella que le tienes tanto odio a las personas homosexuales, Rei?

—No te incumbe, idiota.

—Trata de evitar tener esto aquí. —Sacó las navajas que tenía dispersas en el cuadernillo, que estaban escondidas. —No diré nada, pero primera y última vez que las encuentro. ¿Te quedó claro?