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Viernes, 11 de Diciembre del 2015
Tokio, Japón, sala de juntas Hotel  Intercontinental

—No quiero esto. Sabes que no está bien. Yo quiero estar con Helena.

—¿Y tú? ¿Te has puesto a pensar qué pasaría si los medios se enteran de que sales con una fotógrafa?

—¿Y qué? Es nuestra fotógrafa y la quiero.

—Lo siento, ya está todo listo. La chica ya está abajo y debes hacer las fotos.

—No, no las haré.

—Sal de aquí entonces.

—Sr. Kim, no me haga esto, por favor. Déjeme, al menos, decirle a Helena.

—Tienes 24 horas. Luego de eso, las fotos saldrán.

El manager me llevó hasta el lobby. Vi a la chica con la que tendría la relación falsa para intensificar su carrera y la mía. Me di cuenta de que no llevaba mi celular, y eso podría arruinar mis planes de decirle a Helena lo que estaba sucediendo. Sentí una presión fuerte en el pecho porque no quería que esto se dañara con Helena. Aún no comenzábamos una relación y ya se vendría abajo.

—Hola, soy Kang Seul-gi, un gusto conocerlo, Sr. Kim.

—Un gusto, Srta. Dígame algo, ¿usted está de acuerdo con esto?

—Sí, la verdad no tengo inconveniente con eso. Además, me gusta mucho su música, Sr. Kim Namjoon.

Me costó sonreírle a Seul-gi. Ella parecía amable, pero nada de esto era su culpa. Sabía que Helena estaría destrozada si se enteraba por los medios y no por mí. El manager nos interrumpió.

—Vamos, tenemos una agenda apretada. Las fotos no se van a tomar solas.

Subimos a una suite del hotel donde el equipo de fotógrafos ya estaba preparado. Me sentía atrapado, obligado a seguir adelante con algo que no quería. Cada click de la cámara era como un clavo en el ataúd de mis esperanzas con Helena.

—Namjoon, por favor, acércate un poco más a Seul-gi —instruyó el fotógrafo.

Obedecí mecánicamente, sintiendo la distancia emocional que crecía entre Helena y yo con cada foto que tomaban. Salimos del hotel con otra muda de ropa para andar por la calle tomados de la mano para las fotos. Luego nos cambiaron nuevamente de atuendo, esperando que cayera la noche para hacer como que estábamos abrazados fuera de un restaurante.

—Buen trabajo. Namjoon recuerda, solo te quedan ya 12 horas para hablar con Helena. Después de eso, no hay vuelta atrás.

Asentí, mi mente ya planeando cómo podría salir de allí lo más rápido posible y encontrar un teléfono para llamarla. No podía esperar más, cada segundo contaba.
Me despedí de Seul-gi y la presión en el pecho era insoportable. Encontré un teléfono público y marqué el número de Helena con manos temblorosas. Al tercer tono, contestó.

—Hola, nena, soy Namjoon. Necesito hablar contigo urgentemente.

—¿cariño? ¿Qué sucede? Te escuchas preocupado —respondió Helena con una mezcla de preocupación y sorpresa.

—Es... complicado. No puedo explicártelo todo por teléfono. ¿Podemos vernos ahora? Es importante y quisiera estar solos, sin mis hermanos.

Hubo un silencio corto antes de que ella respondiera.

—Claro, ¿dónde estás? ¿Estás en el hotel?

—No, tuve que salir.

—Mmm... Ok... Puedo ir a donde estés.

Right person, wrong time (NAMJOON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora