El Diario De Un Jilguero

05

He estado pensando demasiado en tí.
En tu sonrisa.
En tu cabello.
En tus ojos.

Qué va, no puedo simplemente nombrar en todo lo que a simple vista extraño. Y sé, internamente, que me has notado mirándote, admirándote, deseándote. Deseando que aquellos momentos en los que solo éramos tú y yo, regresen. Deseando que fuéramos algo más que sólo compañeros de clase, vecinos, gente común que se ve todos los días. Pero sé perfectamente que eso no se puede, que ambos tomamos una decisión, tan silenciosa como mis sentimientos, y que esa decisión fue simplemente por el “Bien” de ambos, alejarnos.
Y acepto que no me ha ido nada bien. Te extraño como no tienes idea, de verdad. Todos los días recuerdo tus caricias en mi cintura a la hora de dormir, tus labios: tan carnosos y suaves, que casi siempre estaban resecos, la forma tan vulnerable en la que me entregaba a tí, como si fuera lo único que me mantenía vivo, y admito que así era.

Ahora que volví a pensar en tí, después de dos largos años, he caído en un abismo de arrepentimiento y remordimiento, por no tenerte a mi lado como alguna vez pensé que estaríamos siempre. Me he descuidado más de lo que pude darme cuenta, gracias a los sentimientos que volví a encontrar por tí, que pensé que habían estado encerrados en lo más profundo de mí.

Y cada vez esa burbuja de inseguridad se apodera de mi cabeza, y me hace preguntarme:

¿Tú piensas en mí como yo pienso en tí?

¿Tú recuerdas nuestros momentos como lo hago yo, o acaso más que yo?

¿O simplemente me borraste de tu mente, esperando no volver a tener nada que ver conmigo?

Daría lo que fuera para tener al menos una pequeña respuesta de aquello que me ronda por la mente, creo que me ayudaría bastante bien en este revoltijo de culpa que me inunda cada vez más.
Y espero que tengas un poco de piedad a mí, y me respondas aquellas preguntas, quiero decir, después de todo, alguna vez fuimos mejores amigos.

¿No es así?