(u n o)

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parte 1

El escrito terminaba con la palabra quieres, tuve que respirar repetitivamente para darme cuenta que estaba cayendo en picada.

doscientos ochenta y nueve palabras. 

doscientos ochenta y nueve palabras.

doscientos ochenta y nueve palabras.

mi corazón se aceleró rápidamente, jalé mis cabellos desde mi frente hacía atrás con una extrema desesperación.

me sentí tan ridícula por estar consciente de la situación y querer seguir leyendo, sabiendo con exactitud que el escrito estaba poniéndome mal.

aunque mal no la es la palabra correcta, me hacía sentir comprendida, patética por sentirme así...

en unos segundos estaba llorando y sollozando y sólo quería desaparecer, me parecía increíble la manera en que todo me afecta severamente y sólo quería hundirme más, saldré de ésta, me dije con una esperanza nula.

Lloraba por todo el dolor que guardaba dentro, las palabras atoradas en mi garganta y el escrito que había leído había removido muchas cosas en mí...

eran él y sus ojos verdes, eran él y sus peculiares palabras, la forma en que se acomoda el cabello y su profundo tono de voz, era su forma de intimidarme con esa mirada, su forma de hacerme pequeña sintiéndome especial, era su manera de visualizar cada detalle de mí, cada manía, cada brillo en los ojos, decepción en la mirada... Y a pesar de hacerme flaquear, de poder deducir como me afectaban ciertas cosas, me encantaba la idea de que alguien se tomara el tiempo de leerme, de descifrarme, de comprenderme, de mirarme, de simplemente mirarme

¿cómo controlar lo que sus ojos causan en mí?

¿cómo controlar lo que su tacto le hace a mi piel?

¿cómo controlar mis sentimientos?

¿cómo aceptar la idea de que me gusta?

¿cómo aceptar la idea de que lo quiero cerca?

o mejor dicho

¿cómo aceptar la idea de que lo necesito cerca?

¿cómo?

si yo estoy acá, hundida en el llanto y él allá, hundido en su cuello

de ella, de ella, de ella, de ella.

Me quité las lágrimas de un manotazo y me miré al espejo

me sentía cosa de nada, insignificante, vacía, sola

malditas ganas de buscarlo porque sé que eso me hará bien

siempre me hace bien, siempre sabes, siempre

¿por qué tenía novia?

¿por qué no lo conocí antes?

Imaginaba lo afortunada y hermosa que era ella, alguien especial y diferente al resto de las chicas, imaginaba lo mucho que se querían, nueve meses juntos, ¿cierto?

cuando la mencionaba algo dentro de mí se rompía, tenía que tragar saliva para que no se me quebrara la voz

no esperaba otra cosa más que tiempo para superarlo, pero lo tenía tan cerca, tan cerca y a la vez tan lejos

algún día, algún día hablaré de esto con serenidad, sin romperme

que patética situación, alimentar ilusiones que terminarán lastimándome un poco más cada día, cada día, cada día. caída...

I L U S I O N E S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora